El español Jorge Lorenzo (Aprilia) ganó hoy su segundo título mundial de 250 c.c. en el Gran Premio de Malasia, disputado en el circuito de Sepang, en su penúltima carrera en el cuarto de litro. Lorenzo, de 20 años dominó parte de la prueba, pero finalmente fue tercero en la carrera por detrás del japonés Hiroshi Aoyama (KTM) y el español Héctor Barberá (Aprilia). Este es el trigésimo primer título mundial de la historia que gana un piloto español.

Lorenzo sólo necesitaba cinco puntos para sumar en Kuala Lumpur su segundo campeonato, por lo que hubiera sido campeón con una undécima plaza hoy en Sepang. Pero el piloto de Palma de Mallorca, fiel a su estilo combativo, se fue a por el título y también a por el gran premio, que hubiera sido el segundo consecutivo. Genio y figura.

Salió en tercera posición, por detrás de su único rival en la lucha por el mundial, el italiano Andrea Dovizioso (Honda), y el finés Mika Kallio (KTM), y por delante de su compatriota Alvaro Bautista (Aprilia). En el primer paso de meta, Dovizioso seguía primero, por delante de Kallio, Lorenzo, Aoyama, el español Héctor Barberá (Aprilia), el suizo Thomas Luthi (Aprilia) y Bautista. El italiano Marco Simoncelli (Gilera) era octavo y el español Julián Simón (Honda) noveno. El italiano de Honda se marchó un poco y Bautista, Luthi y Bautista formaron un grupo mientras que las dos KTM, Barberá, Simón y el sanmarinense Alex de Angelis (Aprilia) hacían lo propio por detrás.

Dovizioso logró dos segundos de ventaja enseguida, pero igual que los sumó los perdió cuando Lorenzo apretó el ritmo. Bautista rompía en la séptima vuelta y dejaba a su compatriota solo con Luthi a la caza del italiano de Honda. Las KTM daban cuenta de Barberá y se iban a por los dos primeros, mientras que Lorenzo pasaba a Dovizioso en la vuelta décima. De Angelis se iba al suelo en ese giro.

El ya bicampeón del mundo no descolgaba al transalpino y Kallio y Aoyama cogían a Luthi en la decimocuarta. La prueba era muy emocionante porque el español iba a por el triunfo, que le sobraba para ser campeón y se jugaba una caída. A punto estuvo de hacerlo en ese momento cuando el neumático trasero le mandó un claro aviso. Entonces optó por conservar. Y acertó. Se había formado un grupo de cinco que iba a saco, ya que Barberá se había unido a los otros cuatro con las dos KTM. Llegó el momento decisivo cuando entre las dos grandes rectas de Sepang, Kallio entró muy pasado, con la moto cruzada, y se llevó por delante a Dovizioso, que estaba primero. El Mundial era de Lorenzo. Aoyama aprovechó la ocasión para escaparse y llevarse la carrera, con Barberá impotente para cogerle y Lorenzo ya celebrando el título. Por detrás del piloto de Palma de Mallorca entraron Kallio, Luthi, Simón y el italiano Roberto Locatelli (Gilera).

El español celebró el mundial como se merece. Recogió la bandera nacional en el final de la recta y, posteriormente, se disfrazó de boxeador ante el asombro y regocijo del público malayo. Lorenzo un admirador de las películas de Rocky, bicampeón del mundo.