Cuesta encontrar un Mundial en el que, el último día, se decidan dos de los tres títulos. Cuesta pensar que los favoritos y líderes de 250cc y MotoGP, Jorge Lorenzo (Aprilia, 13 puntos más que Andrea Dovizioso) y Valentino Rossi (Yamaha, 8 puntos más que Nicky Hayden), pierdan los cetros por los que llevan meses peleando. Pero en Portugal, hace solo 15 días, se demostró que el Gran Premio de Valencia de hoy en Cheste (11.00 horas, TVE-1) ante, dicen, 130.000 aficionados, puede ser una caja de sorpresas. Como lo fue la carrera de Estoril, en la que Dani Pedrosa (Honda) tuvo la mala suerte de reducir considerablemente las posibilidades de Nicky Hayden al derribar en las primeras vueltas a su compañero de equipo y, hasta entonces, líder del campeonato. El manido argumento de "así son las carreras" podría ser esgrimido hoy, una vez más, por Dovi y el chico de Kentucky para coronarse reyes del mundo protagonizando una nueva y auténtica sorpresa. Tanto Lorenzo como Rossi tienen suficiente con acabar por delante de sus adversarios o pegaditos a ellos.

Lorenzo y Rossi han realizado tan buenos entrenamientos a lo largo de todo el fin de semana que, probablemente, no precisen de la ayuda de nadie para proclamarse campeones. "Espero no necesitar la colaboración de mis compañeros de Aprilia para derrotar a Dovizioso", dijo ayer el joven piloto mallorquín, que se reafirmó en que se encuentra "mucho más relajado, sereno, mentalizado y preparado que en la carrera de Estoril" para conseguir acabar por delante de su rival o pegado a él.

"He hecho los entrenamientos que tenía que hacer", señaló un seguro Rossi. "No hay mejor manera de asegurarse el título que confiar en uno mismo. Sí, ya sé que arrancar desde la pole y meter tres pilotos Bayliss, Capirossi y Nakano entre Hayden y yo es la mejor situación posible".

Lorenzo, que logró el segundo puesto de la parrilla tras Hiroshi Aoyama (KTM), y Rossi contarán con ayudas, aunque ellos, en principio, no las precisan.