El Lucentum Alicante se adjudicó la segunda Copa Príncipe de Asturias de su palmarés tras derrotar al Melilla (95-60) en un partido que se decidió en un inicio fulgurante del conjunto alicantino, que no encontró rival.

El triunfo, además, permite al Lucentum asegurarse la ventaja de campo y enfrentarse al último clasificado para la eliminatoria de ascenso a la ACB, siempre y cuando quede clasificado entre los cinco primeros clasificados y no haya logrado subir directamente como campeón de la LEB.

El encuentro se decantó del lado del Lucentum desde los compases iniciales. La teórica presión con la que, según el técnico alicantino Oscar Quintana, su equipo afrontaba el choque por su condición de favorito no existió y los diecinueve puntos de ventaja al término de los primeros diez minutos así lo atestiguaron (27-8).

El arranque del segundo cuarto no hizo más que acrecentar la diferencia entre uno y otro equipo. El Melilla estaba desaparecido ante el buen hacer local y el Lucentum llevó su máxima ventaja hasta un 36-9 (min. 15).

Tras el descanso, el Melilla se recuperó ligeramente. Sin embargo, todo el esfuerzo de los de Olmos solo le valió para ponerse en varias oportunidades a quince puntos de diferencia (46-31).

En la recta final del cuarto, apareció Txemi Urtasun para devolver al tanteador una diferencia por encima de la veintena (66-41, minuto 30). El último periodo sirvió para el divertimento de la afición local.