La adquisición emeritense de última hora es Luciano Becchio, que llegó el viernes, entrenó el sábado y la lesión de Juan Jesús le hizo debutar como titular el domingo en el José Pache. En lo más positivo que tuvo el Mérida, provocó un penalti y dio una asistencia que a punto estuvo de convertirse en el empate si Carreño llega a acertar.

Aunque se le notó la lógica falta de acoplamiento, hizo lo que se espera de él: luchó con los centrales e intentó ser referente. Este argentino con pasaporte italiano se formó en el Boca Juniors hasta que Héctor Cúper lo trajo a España hace cinco años para el Mallorca B, donde coincidió con Federico Comini. Fue él quien le habló "muy bien del Mérida y de la ciudad".

De las islas fue al Ciudad de Murcia y al Terrasa hasta recalar en el filial del Bar§a. Su fichaje por el Mérida "se hizo en el último momento, tras hablar yo con el Barcelona para que lo arreglara con el Mérida", señala.

Buenas sensaciones En sus primeros minutos con la elástica romana "me he sentí muy bien, los compañeros me apoyaron mucho y me dieron confianza. Lamentablemente he debutado en un campo que estaba muy mal, pero hicimos lo que pudimos", explica.

Con respecto al juego del equipo, en el que él era la principal baza con balones colgados, el italo-argentino reconoce que "jugamos así porque no se podía hacer otra cosa, ya que jugar al balón por bajo no se podía".

Sobre la mala racha en la que se encuentra el equipo, Luciano se muestra sorprendido por "la alegría y el apoyo que hay entre los compañeros, han hablado entre ellos para seguir luchando porque venían de cinco derrotas, pero hay que levantar cabeza y estoy muy ilusionado para solucionar esto". Luciano, junto a Rodrigo, deben ser los dos revulsivos para cambiar la tendencia negativa.