El aún presidente del Cáceres, Juan Francisco Luis, lanzó ayer un SOS a los empresarios de la ciudad, y especialmente los que aportaron el dinero para que el club se inscribiese en la Liga LEB en verano, "para que se hagan cargo de la Fundación Cáceres".

El mensaje, el mismo que ha trasladado el alcalde, José María Saponi, a empresarios locales como Pedro Núñez, fue transmitido ayer por Luis a través de una prolongada rueda de prensa, en la que el presidente detalló la situación "delicadísima" por la que atraviesa la entidad, que se ha visto incluso agravada en los últimos días tras la dimisión de los miembros de la Fundación Cáceres, en la que se asienta el club y que estaba presidida por José María Bermejo.

Luis manifestó, sobre la marcha de éste y sus colaboradores en el momento crítico, sentirse "no traicionado, ya es una persona que siempre ocupará un lugar importantísimo en la historia del club, pero sí incómodo, ya que él y su grupo de directivos fueron los que me nombraron a mí presidente en junio".

SE LO PIENSA La coyuntura actual obliga ahora a un compás de espera. Bloqueadas las subvenciones, la esperanza de los actuales directivos está en la llegada de Pedro Núñez y sus colaboradores, aunque el empresario sigue sin pronunciarse abiertamente mientras se pone al día con un estudio económico de urgencia de la entidad y se asegura, a su vez, que va a tener un respaldo suficiente.

La supervivencia del proyecto pasa ahora por que la fundación vuelva a tener vida, según la situación planteada y los propios estatutos. Luis y sus directivos habían pensado dimitir y así lo anunció él mismo el pasado sábado en declaraciones a este diario, pero por coherencia y para no dejar al club totalmente a la deriva no lo han hecho, según dijo el propio Luis, que compareció con una de sus fieles directivas, Inmaculada Muñoz. "¿Ante quién presentaríamos la dimisión si los que nos nombraron ya no están?", recalcó.

"He toreado en plazas difíciles, pero como ésta en ninguna. A veces uno no es torero, pero se tiene que bajar de la grada. Los de la grada decidimos que había que darle continuidad a este proyecto y dijimos que no puede desaparecer. En junio esto no se solucionaba con dinero; había que echarle otra cosa y nosotros lo hicimos". Luis utilizó la metáfora taurina para explicar el inicio del proceso. Ahora, en este momento puntual, recordó, "hace falta sólo dinero, ya que tenemos un presupuesto totalmente viable e incluso podríamos tener un superávit de 19 millones de pesetas", afirmó, para después lamentarse de que ninguna entidad bancaria adelante el dinero municipal, "cuando además le reportaría intereses".

Luis no descartó que él mismo continuara al frente de la entidad si los nuevos miembros de la fundación así lo deciden, aunque recordó que serían los propios empresarios los que controlasen el club.

El presidente, en su habitual tono optimista, se mostró convencido de que el actual proyecto verdinegro tendrá continuidad. Cuando se produzca el relevo, según recordó con cierta emoción, "volveré a coger la bufanda y a sentarme en la grada junto a los aficionados de bajo poder adquisitivo". Mientras ello ocurre, los jugadores y los técnicos continúan a la expectativa y siguen clamando por una solución efectiva.