Luis Aragonés, seleccionador nacional de fútbol, declaró en Zúrich, tras el sorteo de la repesca europea para el Mundial de Alemania 2006, en el que España ha quedado emparejado con Eslovaquia, que lo que menos le ha gustado "no es el rival, sino el hecho de tener que jugar el segundo partido fuera". "Todos los rivales que estaban en el bombo eran complicados. Cualquier rival de los tres que nos hubiese tocado tenía sus dificultades, unos porque manejan bien la segunda jugada y otros, como Suiza, porque quizás futbolísticamente era la mejor", indicó. "Eslovaquia, por cosas mías particulares, era la que menos me gustaba", apuntó.