La dolorosa derrota de España ante Suecia (2-0) en el estadio Rasunda de Estocolmo, que complica su clasificación para la fase final de la Eurocopa 2008, lejos de provocar cambios, ha atrincherado al técnico Aragonés y a la Federación en una posición de continuidad, a pesar de que, seguramente, la situación demanda lo contrario. Así lo quiso dejar claro Angel María Villar, presidente de la FEF, quien ratificó a Luis en su puesto públicamente en el aeropuerto de Estocolmo antes de embarcar para volver a España.

Villar señaló a los periodistas desplazados a la capital sueca que el entrenador goza de la total confianza de la Federación y que en breve firmará el contrato de alta dirección que tiene apalabrado con él. Para el presidente de la FEF el desempeño de España en el Mundial de Alemania no puede ser considerado como un fracaso y para enderezar el camino hacia la Eurocopa de Austria y Suiza "todavía hay tiempo".

Villar cree que España hizo un buen segundo tiempo ante los suecos, que no mereció perder y que Luis es el técnico que los clasificará para la fase final de 2008.

Luis agradeció, también en el aeropuerto, la confirmación de su presidente, aunque señaló que era innecesario hacerlo públicamente porque ya lo habían hablado entre ellos antes del partido.

El técnico se declaró con fuerzas suficientes para sacar al equipo de la crisis y para conducirlo con éxito hacia la Eurocopa.

CASILLAS El capitán Iker Casillas se expresó en la misma dirección. "Se podía contar con esta derrota. Lo grave es haber perdido contra Irlanda del Norte y no contra Suecia, pero hay que seguir para adelante porque esta situación se puede remediar", dijo en Estocolmo el meta madridista.

Sin embargo, la realidad es diferente. La afición puede estar ya cansada de tanto fracaso y es posible que haya perdido la confianza en Aragonés.

Así lo reflejaron el centenar de aficionados españoles que despidió el autobús de la selección del estadio Rasunda. El grupo increpó a Villar, a Luis y a los jugadores y le recriminó al técnico la ausencia de Raúl.

Tanto Luis, quien ya no va a tener más amagos de dimisión y se va a aferrar al puesto hasta que lo echen, como Villar, quien después de cada derrota reacciona renovando la confianza en el técnico, se han metido contra corriente en un callejón que puede tener difícil salida.

Independientemente de que se pueda creer o no en el técnico, un hecho es incontestable, y es que la selección está tocando fondo y que por menos, por ejemplo, se destituyó a Iñaki Sáez después la Eurocopa de Portugal.

MEJORA España mejoró algo su rendimiento en la segunda mitad ante Suecia. Tuvo más llegada y con un poco de suerte pudo empatar o, incluso, hasta ganar el partido, pero el equipo no transmite, en última instancia, vibraciones positivas. Fue un conjunto que se desesperó tras el primer tanto de los suecos, que careció de capacidad de reacción y que dio una imagen de impotencia alarmante en la primera parte.

La derrota ante Suecia puede haber sido la gota que haya colmado el vaso de la paciencia de la afición, harta de tanta frustración y que el miércoles, en el partido ante Argentina, puede dictar sentencia definitivamente.

Otra mala imagen puede ser ya insostenible, a pesar del carácter amistoso del envite, y posiblemente obligaría a alguien a ceder en su empecinamiento.

Si España gana a los sudamericanos y ofrece un buen espectáculo, las cosas seguirán igual hasta que se reanude la competición oficial el próximo mes de marzo, pero quizá entonces ya sea tarde para enderezar un barco que parece ir a la deriva, para desgracia de los españoles.