Ha bastado un cubo de agua para apagar el primer incendio, aunque nadie puede asegurar que los rescoldos no vayan a avivar el fuego. Fernando Torres se cuidará mucho de exteriorizar su disgusto a la ligera cuando sea sustituido por Luis Aragonés en próximos partidos. El delantero del Liverpool ha captado el mensaje del seleccionador, que por el momento no toma ninguna represalia después de marcar en público los terrenos que debe pisar cada uno. Volverá a estar en el ataque de España mañana junto a Villa ante Suecia.

Después de una oleada de rumores que le colocaban como presunto suplente por un aleatorio reparto de petos en la sesión matinal, Torres recibió el de titular por la tarde para el partidillo de entrenamiento. Ganaron los reservas 1-2, con goles de Xabi Alonso, Sergio García y Sergio Ramos, pero contra los suecos estarán los mismos que jugaron en el estreno ante Rusia.

"Yo nunca le haría un mal gesto a mi entrenador", dijo Fernando Torres ayer para negar la evidencia de que retiró el saludo a Aragonés cuando este le tendió la mano en el momento en que se dirigía al banquillo tras ser relevado por Cesc en el partido contra Rusia. Después tiró al suelo la sudadera que le había entregado el utillero mientras pronunciaba una gruesa expresión de contrariedad. El delantero del Liverpool intentó explicar en Tele 5 que las imágenes de televisión podían llevar a engaño porque no puede apreciarse que ambos estaban separados por unos cinco metros en ese momento.

INTERESES PERSONALES Lo que está claro es que Torres ha captado perfectamente el mensaje del técnico, que no está dispuesto a que nadie rompa la armonía del grupo porque sus intereses personales no se vean atendidos. Las cosas fueron bien ante Rusia, el equipo es lo primero y así se lo ha hecho ver Luis al jugador. "Estas cosas se tienen que hablar en el vestuario, se han hablado y ya está", afirmó el delantero madrileño, que apunta a la prensa por sacar las cosas de quicio: "Se han dicho cosas con muy mala intención. Hoy leyendo los periódicos me ha parecido lamentable la importancia que se ha dado a este tema cuando España ha ganado 4-1 y todo el mundo está feliz. Se habla de todo menos de eso. Es lo que pasa en todos los grandes campeonatos y se convierte en un gran problema".

Lo que Torres no puede negar es que ha sido sustituido en 30 de los 41 partidos que ha salido en la formación inicial bajo la dirección de Aragonés en la selección. Ocho veces ha sido el primer cambio y lleva desde el 7 de septiembre del 2007 (2-0 ante Letonia) sin completar un encuentro con la roja . "No conocía esos datos, pero no son más que eso, números", añadió Torres, empeñado en rebajar la tensión que se palpa en sus relaciones con Aragonés. Algo que viene de lejos, desde que coincidieron con el Atlético en Segunda.

NINGUN LIO "Ni ha habido ni hay ningún lío. Lo he hablado con él. Fue un cambio más y ya está. No es el momento de sacar punta a nada. Todo lo que salga sobre este tema perjudica al equipo. Es algo que me gustaría olvidar y pensar solo en los partidos... No he tenido problemas con ningún entrenador. Estamos con Luis a muerte, y Luis, con nosotros", insistió el jugador. Aclaró, además, que son cosas para zanjar dentro de la caseta: "Los códigos del vestuario me los enseñó Aragonés a los 16 años y son los que tienen que servirme para todo esto". Un código que al seleccionador no le ha importado saltarse porque fue él el primero en dar al asunto una trascendencia que ahora las partes implicadas quieren rebajar.