La F-1 contra el aburrimiento. Ferrari contra Renault. Bridgestone contra Michelin. El sur contra el norte. Siete títulos contra uno. La historia contra el nuevo siglo. La veteranía contra la juventud. Lo viejo contra lo nuevo. La experiencia contra el atrevimiento. El sol contra la lluvia. Seco contra mojado. El campeón contra el líder. El pelotón contra el escapado. El árbitro contra el favorito. Siete contra uno. Rojo contra azul. Michael Schumacher contra Fernando Alonso. Fernando Alonso contra el mundo. Empieza el espectáculo.

El Mundial de F-1 ha llegado a la definitiva recta final con los dos grandes favoritos en igualdad de puntos: 116 contra 116. Eso sí, Schumi ha ganado una carrera más, siete (Imola, Nurburgring, Indianápolis, Magny-Cours, Hockenheim, Monza y Shanghái contra seis (Sakhir, Melbourne, Barcelona, Mónaco, Silverstone y Montreal). Desde 1998, cuando el finlandés Mika Hakkinen (McLaren) acabó imponiéndose, como no, al mismo Schumacher, no se veía un duelo tan igualado.

Grandes equipos, excelentes coches, manos privilegiadas, dominio total del campeonato --solo se les han escapado tres grandes premios: Malasia (Giancarlo Fisichella), Hungría (Jenson Button) y Turquía (Felipe Massa)-- y 12 podios por cabeza en 16 grandes premios confirman la igualdad.