Un Celta de Vigo deprimido por su eliminación europea y en caída libre en la Liga, donde encadena cinco derrotas, busca un triunfo de prestigio ante el Real Madrid, que se juega en Balaídos (21.00 horas) llegar a la última jornada dependiendo de sí mismo para conquistar el título liguero.

Al equipo de Zinedine Zidane le basta con puntuar en Vigo e igualar el resultado del Barcelona el próximo domingo para proclamarse campeón. Matemáticamente necesita 4 puntos de 6 para ser campeón. Así, el Real Madrid se juega la vida y el Celta únicamente su orgullo, tras quedarse sin opciones de luchar por los puestos europeos.

«Pensar únicamente en Balaídos», ese fue el mensaje que no se cansó de repetir Zidane en su penúltima rueda de prensa previa a un partido liguero, con la mente puesta en una final.

«Estamos preparados, nos faltan dos finales y se acabó la Liga. Físicamente estamos muy bien y solo pensamos en el partido de mañana [por hoy] y nada más. El Celta que va a jugar lo hará como siempre, como profesionales que son y nada más», manifestó sin querer entrar en suspicacias de primas a terceros.

El momento en el que se deciden los títulos no puede ser mejor para un Madrid lanzado en lo físico y lo moral. La segunda unidad respondió ante las rotaciones de Zidane, que ya se acaban para los tres últimos encuentros de la temporada. En Balaídos y La Rosaleda se decide el título marcado como gran objetivo del curso. En Cardiff ante la Juve la posibilidad de hacer historia al ser el primer equipo en reeditar éxito en Liga de Campeones y firmar un doblete histórico.

ZIDANE PIDE ATENCIÓN / Espera hoy el técnico madridista un encuentro «difícil» ante «un buen equipo» como el Celta, pero se centró en lo que tiene que hacer su equipo para sacar un buen resultado. Confirmó que se acabaron los descansos para Cristiano Ronaldo que será titular.

Zidane que no quiere excesos de confianza en su plantilla. La mentalidad es ir enfocando cada partido como si fuera una final. Con el cierre al Santiago Bernabéu echado con goleada al Sevilla y ambiente de fiesta, en Balaídos llega una cita que habría sido diferente de jugarse en su fecha. Aquel día habrían jugado suplentes del Celta, que estaba en momentos clave de la Liga Europa, y los problemas en la cubierta del estadio dejaron una polémica que enfrentó a los dos clubes con el alcalde de Vigo de por medio.

Ahora, los dos equipos llegan con sus titulares. En el Madrid con ausencias en defensa como Carvajal, Nacho y las más que probable de Pepe, aún con problemas en las costillas. Y sin Bale en ataque, con sus esfuerzos centrados en estar recuperado de su sóleo izquierdo para la final de la Champions.

Los últimos descansos de Zidane fueron para Casemiro, Modric, Isco y Benzema. Todos ellos regresan a un once en el que Danilo seguirá de lateral derecho y Varane es el único jugador en condiciones, con continuas molestias musculares pero forzando, para ser pareja de Sergio Ramos en el centro de la zaga.

La magia de Isco vuelve a escena tras su exhibición en Europa en el Vicente Calderón, donde Benzema dejó una jugada para la historia. El francés será la pareja de ataque de un Cristiano lanzado en la recta final de la temporada con once tantos decisivos en sus nueve últimos partidos. Está apercibido de sanción para el último partido de La Rosaleda como Isco y Lucas Vázquez. No será impedimento para la titularidad de los dos primeros. Es hora de correr riesgos con todo en juego.

«Para nada se sienten campeones, tenemos que seguir hasta el último minuto del último partido seguro, no nos vamos a relajar para nada, te lo aseguro. No hemos ganado aún nada», explicó Zidane.

No le espera un partido fácil al equipo de Zidane por varios motivos. En el vestuario celeste hay varios jugadores con pasado en el Barça; la plantilla quiere lavar la imagen de sus últimos partidos en Liga; y el celtismo no olvida la presión que el Madrid ejerció para que este partido, aplazado el 5 de febrero por culpa de un desprendimiento de una parte de la grada de Rio por el fuerte temporal que azotó Galicia, se jugase en su día.