ROSENBORG: Espen Johnsen; Basma, Kvarme, Riseth, Dorsin (Stensaas, min. 74); Braaten, Strand (Odegard, min.83), Skjelbred, Solli; Storflor (Helstad, min. 66) y Frode Johnsen.

REAL MADRID: Iker Casillas; Salgado (Mejía, min. 46), Woodgate, Pavón, Roberto Carlos; Beckham (De la Red, min. 93), Diogo, Sergio Ramos, Guti (Raúl Bravo, min. 84); Robinho y Raúl.

GOLES: 0-1. Min. 26. Dorsin, en propia meta. 0-2. Min. 41. Guti.

ARBITRO: Wolfgang Stark (Alemania). Amonestó a Guti, Diogo y Roberto Carlos.

El Real Madrid cumplió con su objetivo, hizo sus deberes y se clasificó en Trondheim para la siguiente fase de la Liga de Campeones, en un partido serio donde fue de más a menos, con permiso de un rival muy endeble que contó con enormes dificultades para marcar un gol a Iker.

Resolvió rápido el Madrid su compromiso. Se relajó luego y bajó el pistón en el segundo tramo donde dejó jugar al Ronseborg. Nunca se vio agobiado porque enfrente no hubo enemigo.

No tuvo nunca problema el Madrid para llevar la batuta. El Rosenborg es un equipo con ideas arcaicas, con mucho físico, pero poco fútbol, y que apela al juego aéreo en los saques de esquina. En esa acción de estrategia puso toda su alma el Roseborg, buscando el poderío de su central, Riseth, por alto.

Sin embargo, el Madrid sí estuvo enchufado al partido. Pavón y Woodgate vivieron atentos en el su área. Y por delante Sergio Ramos y Diogo cumplieron.

Jugó siempre cómodo el Madrid. Con tanta baja en la hora de la creación, Guti comenzó a aparecer cuando dejó el lado izquierdo y se echó al centro a ayudar a Ramos. Y especialmente el Madrid se vino arriba en cuanto le puso chispa y velocidad al partido.

Es esa una cualidad que le falta a este Madrid. En cuanto deja de ser previsible, le mete una quinta marcha al partido, con Guti, el apoyo de Raúl en las paredes y la aparición de Robinho, el Madrid hace daño.

Dorsin, en propia meta, y Guti firmaron el 0-2 antes del descanso. El Rosenborg sólo puso en aprietos a Iker a los 38 minutos cuando sacó una mano de gol a Storflor, tras un disparo duro y seco del futbolista noruego.

Tras el descanso, Iker sacó un par de balones interesantes. Uno a Frode Johnsen, que estuvo peleado con el gol. Torpe con el balón en los pies, sólo fue bien de cabeza, pero sin definición.

ABURRIMIENTO En la última media hora, el árbitro se convirtió en un protagonista inesperado. Especialmente para Guti. Estaba asentado en el partido hasta que una patada del exjugador de la Real Sociedad Kvarme a Guti, que no pitó el colegiado, sacó de quicio al madridista.

Enseguida vio la amarilla Guti, que picado con el ambiente se fue del partido poco a poco, después de firmar un primer tiempo espléndido. El Madrid no sufrió, aunque no se echó arriba a rematar la faena y del último tramo lo más potable fue la salida de Mejía, un chaval que nunca defrauda. Con el aliento que le dio el gol ante el Betis esta semana, ayer se atrevió con un regalo para la vista, con un regate en corto en una baldosa , que certificó que está en racha.

El Madrid, tras un inicio decepcionante en esta Liga de Campeones, ha dado un giro de 180 grados a la situación, y ya está en los octavos de final. Objetivo cumplido y un buen golpe de moral para un equipo que debe afrontar una dura travesía en el mes de noviembre.