El Real Madrid, líder de Primera, afronta su test más serio desde que se inició el campeonato liguero en el estadio Santiago Bernabéu, escenario donde gana todo lo que juega y en el que el Atlético de Madrid quiere fulminar una maldición de once años sin vencer a su gran rival (21.00 horas, Canal +).

"Es un partido más", asegura José Mourinho a propósito. Consciente de que afronta su primer derbi. Un encuentro que junto al clásico frente al Barcelona, marca el camino durante la temporada y al que el Madrid llega en un momento de madurez inesperada en los primeros pasos del nuevo proyecto.

Con un once titular que los aficionados saben de memoria. Resultados impecables en Europa y en la Liga, competiciones que lidera el Madrid. Satisfacción por el juego que muestra un equipo que ha marcado 19 goles en las últimas cuatro jornadas. Carácter ante cualquier rival, sea cual sea su nombre, y ambición por alcanzar el éxito. Son factores que instalan el optimismo en el madridismo antes de un partido señalado.

Conducen a Mourinho a un grado de satisfacción con sus titulares y los jugadores de equipo que ahora ocupan una plaza en el banquillo, a los que se niega a llamar suplentes, que le impiden realizar cambios. Ni en el once titular ni la convocatoria. El Madrid saltará al Bernabéu con su 4-2-3-1 y su ataque habitual. Di María, zil, Cristiano Ronaldo e Higuaín. Benzema seguirá esperando minutos tras demostrar un cambio de actitud.

El desafío del choque para el Atlético es romper su negativa racha de once años sin ganar en el Bernabéu. Pero esto no intimida a su técnico, Quique Sánchez Flores, que recalcó que no ve motivos para el pesimismo. "Vamos con optimismo desmesurado", dijo.

El conjunto rojiblanco llega con menos protagonismo del esperado debido a su irregularidad en las últimas semanas, pero, sobre todo, con la necesidad de sumar el triunfo para no descolgarse de la lucha por la Liga de Campeones. No será una misión nada fácil para los atléticos, que no han sido capaces de ganar esta temporada a ninguno de sus rivales de la zona alta de la tabla.

Su potencial ofensivo es indudable, con el argentino Sergio Kun Agüero y el uruguayo Diego Forlán, que volverá al once tras su suplencia en Noruega, pero la suerte no está acompañando a los hombres de Quique.