Tottenham Hotspur y Real Madrid, dos clubs que llegan en un momento delicado de la temporada tras haber caído en su último partido --ante Manchester United y Girona respectivamente--, se juegan el liderato del Grupo H en Wembley en un partido especial para los madridistas.

Jugar por primera vez en la historia del club blanco en un estadio emblemático estimula a los jugadores. La motivación, sumado a otros factores futbolísticos y al hambre de éxito tras ganarlo todo, es una de las razones que explican el bache liguero. A ocho puntos del Barcelona y ampliando en Girona la mala línea ante recién ascendidos y un inicio repleto de irregularidad.

El Tottenham ya sacó partido de ello, acrecentando el mal momento en el Bernabéu con un empate que convierte en partido decisivo la cita en Londres. Empatados a todo ponen en juego el liderato, con el Real Madrid necesitado de recuperar su imagen europea para enterrar su inicio de crisis.

Gareth Bale no llega a tiempo de reencontrarse con el equipo que le lanzó a nivel internacional. Es una de las bajas por lesión que condicionan a Zidane, que sigue sin poder contar con Keylor Navas, Dani Carvajal y Mateo Kovacic, y de nuevo Raphael Varane que sufrió un nuevo percance en Girona que le impide tener continuidad.

En el resto del once no tocará nada en principio Zidane, confiado por supuesto en la pegada de Cristiano Ronaldo, máximo goleador en Liga de Campeones y gafado en Liga.