VILLARREAL: Reina, Josico, Alvarez, Ballesteros, Galván, Farinós (De Nigris, m.88), Medina, Guayre, Jorge López, Víctor y Palermo.

REAL MADRID: Casillas, Michel Salgado, Helguera, Pavón, Roberto Carlos, Flavio, Cambiasso (Miñambres, m.80), Figo (Portillo, m.80), Zidane, Raúl y Ronaldo (Guti, m.70).

GOL: 0-1, m.90: Helguera.

ARBITRO: Pérez Pérez (Colegio Canario). Mostró tarjeta amarilla al local Palermo y los visitantes Michel Salgado, Helguera y Flavio.

INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la vigésima sexta jornada de Primera División. Terreno de juego en buenas condiciones.

Un gol de Iván Helguera en el minuto 90 dio la victoria al Madrid ante un Villarreal que lo intentó todo para llevarse los puntos pero que volvió a caer ante su bestia negra en un partido en el que los madridistas ofrecieron un juego gris pero conservan a la postre el liderato.

Ambos equipos depararon un buena primera parte a la que sólo le faltó más peligro en ambas áreas, si bien fueron los locales los que dispusieron de la oportunidad de gol más clara del partido, ya que el argentino Martín Palerrmo ante Casillas no pudo superar al portero madridista, quien hizo una gran parada. La calidad del Real Madrid propició que Raúl González dispusiera de un par de opciones de marcar que llegaron a la mano de Reina.

SEGUNDA PARTE LOCAL

Si en la primera parte los villarrealenses completaban un buen partido pero le fallaba la llegada, fue en la segunda cuando apareció el mejor Villarreal.

Al Madrid se le veía desaparecido, con un Ronaldo perdido y un Raúl que intentaba tirar de su equipo pero con poca llegada. Así, sólo a balón parado Figo inquietó la portería de Reina en un lanzamiento de falta en la que el portero puso la mano para salvar el que era el primer gol.

A renglón seguido, el Villarreal tuvo su mejor ocasión. En el minuto 78 Palermo se plantó al borde del área. El portero madridista sacó el fuerte disparo raso del argentino, el balón rebotado fue otra vez al argentino, que de volea y con el portero batido, no pudo convertir en gol, ya que Roberto Carlos, con el pie, desvió el balón que lamió el larguero.

Cuando el Villarreal parecía tener controlado el partido y sus llegadas al área rival eran más claras, el Madrid volvió a estar acompañado de la suerte que acostumbra en El Madrigal.