REAL MADRID 89: (27+23+20+19) Mulaomerovic (18), Alain Digbeu (10), Lucio Angulo (6), Alston (16), Dragan Tarlac (8) --cinco inicial--, Mumbrú (10), Herreros (10), Alfonso Reyes (4), Lucas Victoriano (-), Mena (-) y Eduardo Hernández-Sonseca (7).

CAPRABO LLEIDA 66: (13+22+20+11) Roger Grimau (14), Alberto Angulo (7), Ramos (8), Rogers (10), Bramlett (8) --cinco inicial--, Ruffin (11), Alvarez (-), Laso (-), Bosch (8), Tamames (-) y Jordi Grimau (-).

ARBITROS: Mitjana, Martínez y Hierrezuelo. Excluyeron por personales a Reyes (m.39).

El regreso del Real Madrid al Raimundo Saporta después de la accidentada gira entre las pistas del Alicante y del Virtus Bolonia volvió a dar un nuevo giro en el pálpito de los blancos, que aprovecharon la falta de pegada del Lleida para descargar presiones y reabrir una serie ganadora.

Los ilerdenses tendieron una mano para la terapia que necesitaban los blancos, enfrentados a un puñado de exjugadores de la casa encabezados por Alberto Angulo y nutrido por Johnny Rogers y Pablo Laso. Pero no fueron los vínculos de cercanía los que facilitaron la victoria madridista, sino la ausencia de dirección que el Lleida padeció muchos minutos.

Alberto Angulo y Roger Grimau trataron de compartir La responsabilidad de guiar el juego para burlar las asignaciones individuales de la defensa madridista sin éxito alguna.

La brecha abierta por los anfitriones rebasó los veinte puntos ya a los trece minutos (38-17). El resto del encuentro fue un recital del equipo local.