El Real Madrid, líder de Primera división, reaparece en el nuevo año tras despedir el 2007 con un golpe en la mesa en el Camp Nou ante el gran rival, el Barcelona, y recibe en el estadio Santiago Bernabéu, donde ha ganado todo lo que ha jugado, a un equipo necesitado como el Real Zaragoza, diseñado para luchar por metas mayores.

Con la imagen de equipo mostrada en el Camp Nou aún en la memoria, vuelve el Real Madrid a escena con la consigna de Bernd Schuster, de evitar la relajación porque la Liga aún no está ganada pese a aumentar a siete la distancia con el Barcelona. El primer partido de 2008, ante el Alicante en Copa del Rey, fue la oportunidad para suplentes y jugadores que piden a gritos volver a la titularidad, como José María Gutiérrez Guti .

Es el gran dilema de Schuster que no piensa en sentar a Baptista, que aprovechó su momento, y mucho menos después de su vistoso gol en el Camp Nou. El sacrificado podría ser Sneijder, pero todo indica que a una cartulina de cumplir ciclo, hasta que no la reciba no dejará su puesto en el once titular.

Sin hueco para Guti, menos problemas tiene Schuster en el resto de demarcaciones. La seguridad defensiva del Madrid provoca que la baja de Pepe no sea un quebradero de cabeza para el técnico. Pasará a Heinze al centro y devolverá la titularidad a Marcelo. En ataque los tres de inicio son inamovibles. Robinho, Raúl y Van Nistelrooy son fijos.

En el día de Reyes y con un gran ambiente en el Bernabéu, el Real Madrid desea seguir ante el Real Zaragoza la línea marcada en Liga, donde ha ganado todo lo que ha jugado como local y es el equipo con más pegada de Primera con 37 goles.

Mientras, el Real Zaragoza, que podrá contar al final con Diego Milito, que no ha sido sancionado tras su roja del domingo anterior, aterriza en Madrid sin ser el de la temporada pasada, inmerso en una racha negativa en Liga. Visita el estadio Santiago Bernabeu con la intención de dar la sorpresa.

El triunfo en la Copa del Rey contra el Pontevedra rompió una racha de ocho encuentros sin ganar de manera consecutiva. En Liga esa racha es de siete partidos sin sumar los tres puntos, ya que no vence desde que se impuso a domicilio al Almería el pasado 31 de octubre.

Además, el triunfo frente al Pontevedra en la Copa, que supuso el pase a octavos de final, no sirvió para despejar las dudas del rendimiento del equipo ya que la imagen continuó siendo la misma de partidos anteriores. Aun así, la victoria copera ha servido para subir la moral y para que los jugadores piensen que es posible cambiar la dinámica negativa por la que atraviesa el equipo. Sin embargo, si el factor anímico ha crecido y se afronta el encuentro sin la presión de estar obligado a vencer.