El Plasencia Galco acaba la primera vuelta de la mejor manera posible: cosechando su octava victoria y cumpliendo con los cálculos iniciales para lograr la permanencia. Ante el Melilla no necesitó hacer un gran juego para imponerse. Fue un encuentro muy táctico y con pobre acierto anotador. El ejemplo más claro son los triples: 3/17 los locales y 3/20 los visitantes.

Los primeros compases fueron frenéticos, pero sin culminar canastas y con guarismos muy bajos (1-2, min. 3). El choque se convirtió en un correcalles . La primera canasta en juego del Plasencia no se produjo hasta el quinto minuto de partido. Un triple posterior de Cuthbert Victor empezó a marcar unas mínimas diferencias (7-2, min. 6). El Melilla estaba totalmente atascado en ataque (13-4, min. 9), pero el primer parcial acabó 14-8.

En el segundo cuarto hubo algo más de dinamismo, sobre todo tras la salida de Canals. Al Melilla le mantenían en el marcador Josemi García y Vincent Thomas. Los despegues placentinos (25-19, min. 17) se frustaron y el Melilla aprovechó una pájara local para llegar al descanso con un apretado 29-28.

RESOLUCION Tras la reanudación, Howard Brown, algo más motivado, empezó a zafarse de sus defensores e impulsó una nueva escapada jerteña en unos minutos que resultaría decisivos. El Melilla arrastró los problemas de faltas de Romero (45-32, min. 28). Al Melilla se le volvió a apagar la luz ofensivamente y ya no pudo rehacerse.

El público también empezó a reaccionar y el Plasencia supo mantener la ventaja de 10-12 que cimentó entonces (47-35, min. 30). No pasará a la historia el partido por su calidad, pero la victoria sabe muy bien.