Alcorcón: Juanma; Nagore, Iñigo López, Gómez, Rubén Anuarbe; Fernando Béjar, Rubén Sanz, Carmelo, (Bravo, min. 74), Ernesto (Jeremy, min. 46); Diego Cascón y David Sanz (Alberdi, min. 48).

Cacereño: Vargas; Carzorla, Tito, Tomás, Dieguito (Salva, min. 74); Estévez, Lolo (Roberto, min. 50), Chiqui, Rocha; Rubén Jurado y Sergio (Ito, min. 80).

Goles: 1-0, min. 34: Iñigo López. 1-1, min. 62: Sergio Sánchez. 2-1, min. 91: Fernando Béjar.

Arbitro: Burgos Bengoetxea (colegio vasco). Enseñó tarjeta amarilla a los locales Rubén Sanz y Fernando Béjar y a los visitantes Cazorla, Chiqui, Rocha y Lolo.

Incidencias: Unos 1.600 espectadores en el Estadio de Santo Domingo. Día de ayuda al club.

El Cacereño sufrió una dolorosa derrota por 2-1, ya en el tiempo añadido, en su visita al Alcorcón, líder intratable que ayer no mereció los tres puntos. El equipo extremeño fue de menos a más y puso en muchas dificultades al equipo alfarero, que sufrió de lo lindo para doblegar a los pupilos de Angel Marcos, sumar su tercer triunfo consecutivo y ampliar a quince su récord de jornadas invicto. El Cacereño seguirá en puestos peligrosos.

Tras unos primeros minutos de tanteo, fue el Alcorcón quien poco a poco fue haciéndose con el dominio del juego gracias a sus peligrosas entradas por bandas y al toque rápido y de calidad entre líneas. Nagore entraba con cierta facilidad por la derecha, aunque en los centros al área no estaba muy acertado. Un pase suyo fue rematado en buena posición aunque algo forzado por David Sanz dentro del área pequeña, pero el balón se marchó muy alto.

En el minuto 22, el Cacereño realizó su primer remate entre los tres palos, al cabecear Rocha con mucha intención un envío desde la derecha que el meta extremeño Juanma detuvo muy bien tirándose al suelo.

Sin embargo, la primera y clara ocasión llegó en el minuto 24, cuando tras un saque de esquina, el peligroso central Iñigo López remató con el pie al travesaño. Eran los mejores minutos de un Alcorcón que por momentos agobiaba a la zaga del equipo verdiblanco. Estévez, en un saque de falta directo, puso en dificultades a Juanma, ya que el balón le botó justo delante y tuvo que despejar en vez de blocar.

Sin embargo, los locales no perdonaron en la siguiente jugada de ataque y esta vez sí, fue el citado Iñigo López quien adelantó al equipo madrileño, adelantándose a toda la zaga cacereña para conectar un soberbio testarazo. Los locales seguían empujando y querían encauzar el partido antes de irse al descanso. Así, en una nueva ofensiva amarilla, Fernando Béjar condujo el balón por la derecha y puso un gran centro al área pequeña, pero el balón pasó por debajo de las piernas de toda la zaga visitante y de los dos delanteros locales, en inmejorable posición para empujar a gol. Fue la última ocasión clara de la primera parte.

IGUALDAD Y DECEPCION Tras la reanudación, el guión del partido cambió por completo con consecuencias evidentes en el marcador. El Alcorcón salió sin ninguna ambición, lo que unido a la gran presión del Cacereño sobre los jugadores de banda madrileñas, hizo que los extremeños, poco a poco, se vieran con posibilidades de lograr, al menos una igualada que llegaba el minuto 62. En un rápido contragolpe, los de Marcos empataban merced a un gran disparo desde el exterior del área de Sergio Sánchez, imposible para Juanma.

Saltaba la sorpresa y el Cacereño se veía con fuerzas para obtener un resultado positivo de un campo en el que sólo el Atlético de Madrid B ha salido victorioso. Lo intentó con varios remates lejanos, aunque ninguno fue entre los tres palos.

Por su parte, los locales, totalmente irreconocibles, no encontraban huecos y cometían numerosas imprecisiones en los centros. Incluso los extremeños tenían alguna opción y reclamaron un penalti por derribo dentro del área a Sergio.

Pasaban los minutos y, cuando todo parecía abocado al reparto de puntos, el Alcorcón tuvo la "suerte del campeón". Ya se había cumplido el minuto 90 cuando, tras una buena jugada del recién entrado Bravo en ataque, le sirvió el balón al hueco a Fernando Béjar quien, ante la salida de Vargas, le cruzó el esférico para firmar el gol de la victoria y desatar la euforia en la grada. No hubo tiempo para más y el Cacereño ya no volvió a inquietar.