Malestar generalizado en todos los estamentos del Plasencia por el arbitraje sufrido por el colegiado Durán Tato en el partido de la pasada jornada frente al Don Benito (1-1) y que acabó con seis expulsados en el bando local (tres jugadores y el técnico Rafa Rincón Rus, su segundo y el delegado del equipo).

El presidente de la entidad, Alejandro Rodríguez, no entiende cómo su equipo puede ser el más antideportivo del grupo. "Creo sinceramente que muchos arbitrajes se ceban con nosotros, en el partido del domingo el colegiado no midió con el mismo rasero a los dos equipos, le vino grande este partido y perdió los papeles", señaló.

Cree el presidente que muchas veces no valen las protestas ni las alegaciones. "Tengo la sensación que cuanto más pataleas, más te perjudican. Estoy muy escarmentado con el arbitraje, creo que estamos en una situación deportiva muy buena y quejarse demasiado nos puede desviar de lo prioritario que es meternos entre los cuatro primeros, aunque", continúa Rodríguez. "Está claro que nos van poniendo trabas, ya que el próximo partido perdemos a tres jugadores que para nosotros son muy importantes", añade.

A FAVOR DE RUS Defiende el presidente a su técnico en el sentido de ser expulsado demasiadas veces "más por la fama, que porque realmente falte el respeto a ningún árbitro, exactamente igual que a Emilio Gil, al que muchos colegiados le buscan".

La directiva está estudiando recurrir algunas de las tarjetas del domingo pasado que consideran exageradas e injustas.