Mallorca - 2: Aouate; Mattioni, Rubén, Josemi, Ayoze; Julio Alvarez, Martí, Mario Suárez, Castro (Tuni, min. 85); Borja Valero (Pezzolano, min. 89) y Aduriz (Keita, min. 88).

Athletic - 0: Iraizoz; Castillo, Amorebieta, San José, Iraola; Orbaiz, Javi Martínez, Yeste (De Marcos, min. 58) Gurpegui (Muniaín, 58); Llorente y Susaeta (Etxeberría, min. 75).

Goles: 1-0, min. 48: Julio Alvarez. 2-0, min. 60: Aduriz.

Arbitro: Muñiz Fernández (comité asturiano). Amonestó a Rubén, Aduriz, Borja Valero, Víctor (en el banquillo), Martí por el Mallorca y a Muniaín y San José de Athletic.

Incidencias: Partido correspondiente a la decimosexta jornada del campeonato de Liga de Primera División disputado en el Ono Estadi de Mallorca ante unos 12.800 espectadores en las gradas.

El Mallorca mantiene la velocidad de crucero en el Ono Estadi y ha sumado ante el Athletic su octava victoria consecutiva (2-0) con goles de Julio Alvarez y Aritz Aduriz, ambos en la segunda parte, resultado que le sitúa provisionalmente en plaza de Liga de Campeones.

El Athletic, que no perdía desde octubre en el campo del Getafe (también 2-0), sólo arriesgó con desventaja en el marcador, y ya fue tarde.

Los leones, además, no tuvieron la suerte de su lado en la isla. El gol de Alvarez entró tras un rebote desafortunado en la nuca de Amorebieta, y Josemi sacó bajo los palos un remate de Fernando Llorente un minuto antes del segundo gol de Aduriz.

El Mallorca empieza el año como lo acabó, convirtiendo el Ono Estadi en una fortaleza. Además del récord absoluto de ocho triunfos en casa, el equipo de Gregorio Manzano acabó con otra maldición: la de no ganar nunca el primer partido del año desde su último ascenso a Primera, hace trece temporadas.

El partido fue, técnicamente, muy flojo. Las dos mejores ocasiones las tuvo Aduriz en los minutos finales de la primera parte.

En la segunda parte los locales si acertaron con la portería y a partir de ese momento el Mallorca manejó a la perfección los instantes finales ante un Athletic entregado, al que ni siquiera pudo salvar su estrella, Muniaín.