Cacereño: Imola, Jony, Maxi, Cisco, Herrero, Rezzónico, Luis, Zalio (min. 76, Toni), Massoni (min. 71, Minguillón), Sergio (min. 92, Javi) y Gambeta.

Díter Zafra: Moisés, Gori (min. 59, Toboso), Suárez, Rodolfo, Alfonso, Rubio, Sergio de la Cruz (min. 12, Donoso (min. 68, Carrasco)), Copito, Cano, Iván y Chapi.

Goles: 1-0, min. 15: Gambeta. 1-1, min. 78: Carrasco. 2-1, min. 89: Rezzónico.

Arbitro: Olivera Vázquez (1). Mostró únicamente dos amarillas, ambas al mismo jugador, el visitante Suárez, por lo que fue expulsado en el minuto 80.

Incidencias: 300 espectadores se dieron cita en el Príncipe Felipe. Tarde desapacible y fría. Terreno de juego bastante rápido. Minuto de silencio por Cancho, jugador del Hernán Cortés fallecido el pasado martes.

Pocas veces un entrenador suele ser tan sincero para enjuiciar el resultado de un partido. Ayer, Abel Camacho, exjugador del Cacereño y actual técnico del Díter, comenzó el análisis del partido diciendo que el resultado había hecho justicia aunque hubiese sido en el último minuto. Y es que el Cacereño recuperó el espíritu de comienzos de temporada para superar a un Díter Zafra que demostró cómo se puede tirar por la borda su magnífica recuperación para la lucha por estar entre los aspirantes a subir a Segunda B con un partido correcto, pero sin ninguna ambición. Todo lo contrario que los jugadores de Fran Nacarino, que ayer volvieron a tirar de ganas y fe en el triunfo para anotarse tres puntos vitales para no tomarse el tramo final de la temporada como unas inmerecidas vacaciones anticipadas por no tener nada por lo que luchar. Los jugadores y cuerpo técnico del club verde están ante su última oportunidad deportiva, a pesar de la falta de exigencia interna sobre ellos, pero la dignidad futbolística y el escudo deberían pesar más que la desidia y la indiferencia de los actuales dirigentes.

El partido respondió por momentos a cierto guión táctico, pero desde el inicio se vio a un Cacereño bastante más motivado que el Díter. A los tres minutos pudo haberse adelantado el cuadro verde gracias a la colaboración segedana, pues Rubio cabeceó a su propio palo un córner botado por el equipo rival.

BALONAZO Y SUSTO El susto de la tarde lo protagonizó Sergio de la Cruz al caer desplomado tras recibir un balonazo fortuito en la cabeza. La primera impresión fue de mucha tensión, pero finalmente todo quedó en el susto inicial, aunque se le trasladó a un centro hospitalario cacereño.

El parón lo aprovechó el Cacereño para golpear en una excelente jugada colectiva finalizada con un centro de Herrero que Gambeta empalmó a la red.

El Díter no estuvo a la altura de su clasificación y solo gozó de una ocasión de Chapi tras una pared y un rebote, pero envió fuera en excelente situación.

Tras el descanso el Cacereño bajó su ritmo y los segedanos comenzaron a mejorar sus prestaciones, aunque sin profundidad. El empate llegaría tras una buena jugada azulina que culminó Carrasco con un disparo colocado tras media vuelta dentro del área.

Los de Fran Nacarino se vieron una vez más contrariados, pero no perdieron su idea ofensiva y con más sentimiento que músculo buscaron la meta de Moisés para lograr los tres puntos. El gol de la victoria llegaría tras un saque de esquina, estrategia no demasiado dominada por los verdes, pero que Rezzónico se encargó de romper con un cabezazo que significó un triunfo de necesidad.