'Manolo el del Bombo', el seguidor más representativo de la selección nacional, ha regresado a España por enfermedad, aunque tiene la ilusión de poder regresar para la final si el equipo de Vicente del Bosque se clasifica y si todo va bien y se recupera.

Manolo, Manuel Cáceres, de 61 años, llegó a Suráfrica con toda la expedición de la selección española y arrastra desde hace más de una semana un fuerte resfriado del que no consigue recuperarse y que incluso se ha agravado.

ENCERRADO EN SU HABITACIÓN

Aunque ha estado varios días encerrado en su habitación del hotel de Potchefstroom para recuperarse, las salidas a los partidos y el frío reinante en las noches sudafricanas le han hecho recaer y no recuperarse.

Anoche mismo volvió a recibir la visita del doctor de la selección española, Óscar Luis Celada, y esta mañana, a la vista de que no sentía mucha mejoría ha tomado la decisión de regresar para ponerse en manos de sus médicos en Valencia.

'Manolo' ya dijo, justo en el momento de la partida hacia Johannesburgo que al margen de la gripe, lo que más le preocupa es que tose mucho y le repercute en la zona del bajo vientre donde ha sido operado en seis ocasiones de una hernia.

DOLIDO Y EMOCIONADO

Muy dolido y emocionado, ha señalado que nunca "había estado malo", y que se iba con mucha pena de su octavo Mundial, más en este momento en el que España está a un paso de hacer historia y meterse en semifinales.

El representante del jugador número 12 de la selección española, uno de los seguidores más conocidos en el mundo del fútbol, ataviado siempre con su equipación roja, con su bombo y su cachirulo, ha explicado que en el último partido ante Portugal se puso varias camisetas y varios pantalones, pero ha puntualizado que "cuando suena el himno me tengo que poner en manga corta".

Celada le recomendó reposo durante varios días. Pero mañana mismo hay un nuevo desplazamiento, en este caso corto de unos 120 kilómetros a Johannesburgo, y con ello empeoraría de nuevo su salud. Por lo tanto, ha optado por regresar y ser examinado detenidamente, en vez de quedarse en la habitación sin poder estar en el Ellis Park y con la dura incógnita de su estado de salud.