Podría hasta pensarse que es normal que alguien que, cuando era futbolista, vio desfilar a decenas de entrenadores por el vestuario del Atlético de Madrid del voraz Jesús Gil, ahora le resulten poco menos que indiferentes los comentarios alrededor de su posible sustitución en el banquillo. A Manolo Sánchez, el aún técnico del Cacereño, le parece "natural" todo lo que le ronda a apenas 24 horas del partido ante el Universidad de Las Palmas (domingo, 12.00 horas). Pocas quinielas pronostica su continuidad en caso de resultado negativo, con el equipo colista y sin haber marcado un gol en casa.

Sin embargo, Manolo ofreció ayer un semblante muy optimista. De un humor aparentemente bueno, el entrenador verde ni siquiera se mostró molesto por que esta semana este diario desvelase el encuentro entre el dueño del Cacereño, Antonio Martínez Doblas, y Rafael Rincón Rus. Ambas partes coincidieron en definirlo como "casual" y nada relacionado con el posible aterrizaje de Rus si Manolo es cesado.

"El presidente --lapsus: Doblas es el consejero delegado, aunque ejerce de máximo mandatario-- puede reunirse con quien quiera", afirmó Manolo en su habitual encuentro semanal con la prensa antes de los partidos.

Pese a las reiteradas preguntas, no mostró ni una grieta en su intento de transmitir buenas vibraciones: "Todo que se dice alrededor no es ninguna sorpresa para mí. Las noticias y los rumores forman parte del mundo del fútbol y no me distraen en cuanto a mi trabajo. Estoy más fuerte que nunca y se lo he dicho a los jugadores. Lo único que me interesa es hacer ganar al equipo", indicó, convencido de que, como dijo hace unos días el capitán, David Rocha, la plantilla está "a muerte" con él.

Ni siquiera la inesperada marcha de Onega le preocupa especialmente al técnico, que no entró en debatir si se ficharía a alguien en su lugar. Y es que, según contó, puede recuperar de una tacada para mañana a Tomás, Abel Segovia y Rai, lesionados las últimas semanas. Especialmente echa de menos al tercero de ellos teniendo en cuanta el poco acierto que están mostrando los puntas.

"Nuestra crisis es de resultados, no de actitud. Hay un compromiso por parte de la plantilla y eso es positivo. Lo importante es el club, no el entrenador". Como se ve, no escatimó en mensajes alentadores.