Compás de espera en el Cacereño. El club no quiere dar pasos adelante en relación al futuro y está, al menos oficialmente, "de vacaciones".

La sociedad está intentando cerrar la temporada de la mejor manera posible en el aspecto económico. De la disponibilidad dineraria para la próxima dependerá el tipo de proyecto que se acometerá.

Manolo Sánchez sigue siendo el mejor colocado para ocupar el banquillo. El exfutbolista aguarda la llamada de Antonio Martínez Doblas, aunque en ningún modo impaciente. El exinternacional y el empresario segedano se ven frecuentemente en Madrid por su relación de amistad y no hay prisas. No es un secreto que la posibilidad de que Manolo entrene al Cacereño ha estado muy latente desde que Doblas se hizo cargo del club, hace dos años.

A partir de la contratación del entrenador, vendrá el resto. Pero no hay fechas, y sí muchas dudas. El consejero delegado insiste en que, este año, habrá tiempo para pensárselo, y en ello pesará mucho el apoyo económico con el que se cuente.

Mientras tanto, Martínez Doblas ejerce de anfitrión del consejero delegado del Villarreal, José Manuel Llaneza, que pasa unos días en Extremadura y que mañana asiste al Jerez-Villarreal C. También estará Fernando Roig, el presidente amarillo. En el club templario están encantados con el trato recibido en el partido de ida de la fase de ascenso a Segunda División B.