Manuel Martínez, leonés de 28 años adiestrado por Carlos Burón, se convirtió en Birmingham en el primer atleta español campeón del mundo en pista cubierta al cabo de una portentosa exhibición en la final de lanzamiento de peso que incluyó cuatro tiros por encima de los 21 metros.

El atletismo español, que ha tenido ilustres campeones mundiales en marcha, maratón y en longitud al aire libre, hasta ayer no había ganado, entre sus 17 medallas en Mundiales en sala, ninguna de oro.

Un solo centímetro dio el título y un premio de 40.000 dólares al capitán de la selección española, que arrebató el primer puesto a John Godina justo en la última ronda, al lanzar 21,24 metros. El estadounidense, que aún tenía la última palabra, no aguantó la presión del lance y no pasó de 20,66 en su último tiro. La serie fue, sin lugar a dudas, la mejor y más consistente de su vida. Empezó con 20,73 y continuó con 21,14, 21,07, 21,01 y 20,70.