EXTREMADURA 3: Flavio; Samir (Manuel, M. 46), Romerito, Jonathan (Alvaro Cámara, M. 46), Samuel; Lolo, Marco; Capi, Roberto (Torrecilla, M. 75), Raúl García y Sergio.

LINARES 2: Oscar Benito; Serrano, Salva, Rico, Emilio, Nono; Ramiro (Vilaseca, M. 86), J. Ordóñez, Cobián; Kali Garrido (Melo, M. 74) y Larrumbide.

GOLES: 0-1 M. 4: Larrumbide. 1-1 M. 51: Manuel. 2-1 M. 65: Raúl García, de penalti. 2-2 M. 84: Serrano. 3-2 M. 91: Raúl García, de penalti.

ARBITRO: Hevia Obras (Madrileño). Horroroso, un posturitas infumable (0). Expulsó a Capi, por doble tarjeta (72´), siendo amonestados también Salva, Serrano, Roberto, Cobián, Romerito, Emilio y Rico.

Saltó al campo tras el descanso y apenas tardó cinco minutos en firmar el empate. En ocho había sido objeto de un penalti por agarrón, que el colegiado no quiso ver, y en menos de veinte fue el protagonista de la jugada que convirtió Raúl García en el 2-1 desde el llamado punto fatídico . Se llama Manuel Alfredo Mosquera Bastida y da la impresión de ser uno de esos viejos rockeros que nunca mueren para gloria del balompié en su estado más puro.

Y es que el Extremadura ganó ayer por la mínima (3-2), dando trabajo además a todos los cardiólogos de la comarca, un partido que comenzó perdiendo, que empató para ponerse por delante luego y que no perdió de milagro antes de ganarlo definitivamente. Así, como suena.

Rompió el guión el Linares, un bloque con una pinta estupenda, poniéndose por delante en el marcador en una falta de entendimiento entre Jonathan y Flavio. Larrumbide, que pasaba por allí, no perdonó cuando tropezó con un balón franco (m. 4). Con la defensa azulgrana como un auténtico flan, Cobián tuvo el 0-2, pero falló. Mientras el Extremadura tocaba fondo, sin ser capaz de tirar a puerta en 46 minutos, llegó el descanso. Acto seguido, el festival. O Bruxo Manuel, más brujo que nunca, puso el 1-1 en una dejada de cabeza de Sergio y cuando más lo necesitaba su equipo (m. 51). Pero eso no era lo mejor. Había contagiado su carácter a un equipo miserablemente hundido y el conjunto almendralejense resurgió de sus propias cenizas.

Como el desafortunado Hevia Obras no le pitó un penalti, diáfano en apariencia y en una jugada que terminó con Samuel lanzando desviado, perseveró en sus intenciones y se encontró con que el trencilla le devolvió lo sustraido. Pitó un penalti que nadie vio en el minuto 65 y Raúl García, frío como el hielo, hizo el 2-1. Eso sí, como en Almendralejo gustan las emociones fuertes llegó la expulsión de Capi (m. 72) y se descontroló el, por fin, juego asentado de los de Francisco. Serrano, después de que Nono mandase a la cruceta, hizo un 2-2 con aroma a marcador final. Pero entonces apareció Rico y se acomodó el balón con la mano en el área visitante. El penalti, en el minuto 93, lo tuvo que lanzar dos veces el propio Raúl García, con horchata en las venas y sin caer en la provocación de Oscar. El 3-2 subió al marcador y con eso y san Flavio salvaron tres puntos.