Tras varias jornadas de constantes revoluciones en la cabeza del Dakar, el raid se tomó ayer una etapa tranquila, con estabilidad en los primeros puestos y victorias de segundos espadas en coches y motos, con lo que el piloto español Marc Coma, que fue ayer segundo, está a solo cuatro jornadas de ganar en motos.

Las generales salieron prácticamente intactas de los 366 kilómetros cronometrados entorno a la localidad mauritana de Nema, que sustituyeron a la etapa que debía desembocar en Tumbuctú, anulada hace un mes por la amenaza de un grupo salafista.

Y la tranquilidad durará, al menos, hasta que la caravana se adentre el jueves próximo en Mali, porque los 280 kilómetros que recorrerán mañana los pilotos, entre Nema y Ayun, serán un simple enlace sin cronómetro.