En fútbol, España sigue anclada en el recuerdo del gol de Marcelino que le dio el título en la Eurocopa del 64, el subcampeonato en el 84 ante la Francia de Platini y poco más. El mayor éxito desde entonces es el oro de Barcelona-92, uno de los muchos títulos que sí ha logrado la selección en categorías inferiores. Pero esas generaciones de jóvenes sucumben después en las grandes competiciones. Cambian los jugadores, los seleccionadores y España no pasa de cuartos o de octavos como en Alemania. Una odiosa comparación: Grecia, la rival de ayer, es la actual campeona de Europa.