Después de cuatro años, acaba un maravilloso ciclo de mi vida». Así comienza la carta en la que José Antonio Marco se despidió ayer del Cáceres Patrimonio, de los que han sido sus compañeros y de la afición. El base y el club separan sus caminos después de cuatro temporadas juntos, dos en LEB Plata, donde fue el mejor asistente, y otras dos en Oro, la última difícil, pues una complicada lesión en enero (sufrió una trombosis) le ha impedido volver a jugar, aunque ya parece totalmente recuperado. «Me encuentro muy bien. No tengo ningún problema con el tema que me ocurrió y no estoy teniendo miedo. En absoluto», reconoció a este diario a mediados del mes pasado, cuando aún meditaba su futuro.

José Antonio Marco aparecía en un principio como la cuarta renovación del Cáceres tras confirmar la continuidad de Sergio Pérez, Luis Parejo y Guillermo Corrales, pero al final su destino está lejos del conjunto verdinegro, aunque como él mismo explicó en su carta, seguirá ligado a la ciudad «por temas personales». El Cáceres ahora debe buscar un nuevo base, aunque está por ver si con el rol de primero o de segundo vista la evolución y el rendimiento de Corrales en la segunda parte de la campaña pasada.

«Es un momento para mí de tristeza por la despedida pero, al mismo tiempo, de satisfacción por el deber cumplido dentro y fuera de la pista», escribía también el base murciano. Además de a los que han sido sus compañeros, tuvo emotivas palabras para la afición. «Sois una fantástica afición que siempre anima y empuja al equipo, sobre todo en las situaciones más complicadas, y que gana partidos. Me habéis demostrado vuestro carino en la pista y fuera de ella y os estoy muy agradecido».

En los próximos días habrá más novedades sobre la configuración de la plantilla de Ñete Bohigas, que sigue trabajando para hacer un buen equipo donde los recursos económicos, como en años anteriores, volverán a ser bastante justos, por lo que se está tratando de se prudente para no equivocarse.