Ya está. Fin del trayecto. Marc Márquez tan solo ha podido igualar un récord histórico. ¡Bah, poca cosa! Hasta que apareció el fenómeno de Cervera solo dos monstruos, dos auténticos monstruos, habían logrado en cinco meses ganar de carrerilla diez carreras seguidas. Márquez se las ganó a los mejores del mundo. No como Giacomo Agostini, que doblada hasta el segundo, o Mick Doohan, que se imponía con una mano. Márquez ha empatado ese récord, cierto, no lo pudo superar ayer porque esos magníficos a los que ha estado superando hasta la fecha, Dani Pedrosa, Jorge Lorenzo y Valentino Rossi, aprovecharon su día malo para relegarlo al cuarto lugar.

Total, a falta de disputarse 175 puntos (siete grandes premios), Márquez supera a Pedrosa por 77, es decir, por tres victorias. Puede seguir yéndose de vacaciones, regresar y aún es líder. Márquez ha disputado hasta la fecha 29 carreras en la categoría reina, ha ganado 16, ha terminado otras 10 en el podio (seis segundos y cuatro terceros) y solo ha fallado en tres ocasiones.

No estaba para ganar y no forzó. "He querido, pero no podía. Y suerte que me he dado cuenta enseguida. He estado a punto de caerme dos veces y me he dicho 'Marc, piensa en el Mundial', control y a la meta", señaló el campeón.

Era el día de la venganza. De la simpática venganza. "Siempre hemos sabido que le podíamos ganar", cuenta Rossi, que ha sido, de nuevo, tercero. "Hay días, como hoy, que aciertas hasta en el color de la visera. Sabía que podía ganar, escaparme, batir a Marc y a los demás. He tenido muy buenas sensaciones durante todo el fin de semana", reconoció Pedrosa, que, al cruzar la meta, se tocó el hombro derecho con su índice izquierdo, en un gesto de complicidad a su panda de amigos "que siempre me decían que acababa segundo y me pidieron que lo hiciese cuando ganase; porque sabíamos que ganaríamos". "Si tengo una vuelta más, ¡solo una vuelta más!, ganó a Dani, ¡lástima!, era una gran oportunidad para volver a coronarse", dijo Lorenzo, orgulloso de su regreso.

TRIPLETE VENCEDOR Y todos, incluso el perdedor Márquez con su puro estilo bonachón, sonriente, provocaron el delirio de los 138.312 espectadores que se citaron en Brno, batiendo todos los récords de este año. La carrera empezó y acabó cuando quiso Pedrosa, prodigioso ayer. Y eso que las Ducati de los Andreas, Iannone y Dovizioso, que acabaron quinto y sexto, molestaron un montón al inicio; y eso que Lorenzo estuvo providencial y eficaz en las 22 vueltas; y eso que el Doctor Rossi demostró ser un niño. Pero era el día de Pedrosa. Y compañía. "No me ha ganado una Honda. No me ha ganado una Yamaha. No me ha ganado Dani. ¡Caray, me han ganado los tres!", acabó sonriente Márquez, que promete réplica desde su atalaya de campeón, de líder, de 77 pisos por encima del mundo. De los otros magníficos. Junto a Ago y Doohan.

MOTO2 Y MOTO3 Hubo una victoria española y otra francesa en las otras dos cilindradas. Tito Rabat dio ayer un golpe de autoridad, de efecto, de autoestima tremendo al proclamarse vencedor, de inicio a fin, de la carrera de Moto2. Esta ha sido su quinta victoria esta temporada. Ha tenido siempre detrás suyo a su único rival en la pelea por el título, su compañero de equipo, el finlandés Mika Kallio.

Curiosa cita de Moto3 en la que se coronaron, graciosamente, el piloto más veterano de la categoría, un auténtico abuelo de 27 años llamado Alexis Masbou (Honda), que logra su primera victoria en el Mundial en su gran premio número 133. Segundo fue una de las grandes, enormes, promesas del motociclismo italiano, Enea Bastianini ( KTM), el bebé de Moto3 con solo 16 años. Alex Rins cruzó la meta en la penúltima vuelta primero y levantó los brazos. Creía que había ganado. Y eso despistó, y mucho, a Alex Márquez.