CACERES CB 69: Ferrán López (1), Beechum (10), Eslava (2), Muoneke (20), Kevin Thompson (17) --cinco inicial--, Mike Hansen (3), Orenga (2), Joffre Lleal (10) y Dani García (4).

BREOGAN 71: Gomis (3), Sanmartín (4), Racca (9), Davis (22), Garcés (6) --cinco inicial--, Rodríguez (9), Albert (-), Lewis (7), Biota (1) y González (10).

ARBITROS: Ramos, Murgui y Rosado. Eliminaron por cinco personales a Orenga (m.36), Muoneke (m.40) y Davis (m.38).

MARCADOR CADA CINCO MINUTOS: 6-6, 16-16, 25-26, 34-32 (descanso), 46-50, 54-56, 62-61 y 69-71 (final).

INCIDENCIAS: Trigesimoprimera jornada ACB.

Unos días más de vida, pero poco más. El Cáceres perdió ante el Breogán (69-71) y confirmó su condición de equipo sumido en la desgracia, a pesar de que haya conseguido que sus posibilidades matemáticas de quedarse en la ACB no se acaben gracias a que el Fuenlabrada le ganó al Fórum (73-67).

La trigesimoprimera jornada de la que se presume como última temporada cacereña en la élite dejó claro que estamos ante un equipo marcado por el fracaso y la falta de ángel . Otra vez pudo ganar en los últimos segundos y otra vez perdió, como ha pasado en los últimos partidos ante el Fuenlabrada o el Pamesa. Joffre Lleal repitió como funesto protagonista de la acción final, pero la culpa la tienen todos sus compañeros, incapaces de hacer mover la bola decentemente en esa última posesión, con un punto abajo.

La desorganización mostrada en ese ataque es la muestra de lo que en el multiusos se ha tenido que sufrir este año. Como ha pasado casi siempre, a estos jugadores poco hay que echarles en cara sobre entrega y disposición, pero mucho sobre su sobredosis de anarquía, lo que irremediablemente parece que les va a conducir al infierno .

Al menos queda la lejana posibilidad de que ganando los tres partidos que restan (frente a Joventut, Estudiantes y Unicaja) y perdiéndolo todo el Fórum (ante Manresa, Barcelona y Auna) el Cáceres siga en ACB: pura utopía deportiva.

AMBIENTE DE DESCENSO

En realidad, este equipo y esta afición se sienten ya descendidos. El ambiente gélido del pabellón al principio fue la muestra de ello. Tampoco los jugadores salieron muy enchufados ante un rival que se jugaba alimentar sus opciones de entrar en las eliminatorias por el título. Los verdinegros fueron recibidos con tímidos aplausos, mientras que su entrenador, Manolo Hussein, recibió una sonora pitada. Seguramente ese violento contraste no se corresponda con el grado de responsabilidad que tienen unos y otros --ahora otra vez a la greña -- en el cataclismo. El palco recibió indiferencia.

Ese morbillo de ver incluso el descenso en directo estimuló durante muchos minutos el choque, que empezó con ventajas visitantes que paralelamente se correspondían con la iniciativa del Fórum en Fuenlabrada. Esos resultados condenaban al Cáceres, que aún así no cejó en su empeño por alargar la agonía.

El juego en la primera fase del partido fue discontinuo y más bien lamentable en ataque. Gabriel Muoneke se empeñaba en hacer buenos números --quizás pensando en ganarse el contrato para la próxima temporada en cualquier otro lado-- y el resto de sus compañeros todavía parecía tener la mente en el naufragio del sábado en Pisuerga. Sin embargo, el Breogán no lo aprovechaba y lo máximo que llegó a escaparse fue de seis puntos (18-24, min. 14). Demasiado poco para la buena aportación de los reservas cacereños, con la manita de Dani García, la leña de Orenga y el entusiasmo de Lleal. Al descanso, 34-32 y todo por decidir.

ILUSION Y DESASTRE

El Fuenlabrada le endosó entonces un parcial brutal al Fórum (31-5, ¿les suena?) y ese partido cambió de rumbo definitivamente. Al Cáceres le quedaba la posibilidad de exprimir la esperanza y meter presión a los vallisoletanos poniéndose a una victoria más el basket-average . Pero para eso hacía falta un juego un poco más constante y que el Breogán cometiese aún más errores.