España afronta ante Suecia hoy un partido vital en el camino hacia la fase final de la Eurocopa y para el futuro de Luis Aragonés como seleccionador, puesto del que será apartado casi con total seguridad si su equipo cae derrotado. Es, por tanto, el primer match ball que deberá salvar el técnico. El segundo llegará cuatro días después en el amistoso ante Argentina en Murcia.

Que Luis no seguirá en el banquillo español en caso de derrota en Suecia es algo que se palpa en el ambiente, a pesar de que Jorge Carretero, el portavoz federativo, se empeñe en afirmar lo contrario y el propio técnico se encargó de confirmarlo en la conferencia de prensa previa al partido. "Es algo que ya he hablado con el presidente", dijo. Otras fuentes federativas afirman lo contrario.

CAMBIO DE SISTEMA Lo que está claro es que Luis se la juega y que España ha cambiado de mentalidad. No tomará la iniciativa del juego y cederá los mandos a los suecos, a los que intentará sorprender al contragolpe con el clásico 4-4-2 de Aragonés. Un empate se da como bueno.

El entrenador tiene ya perfilado el once inicial, en el que habrá novedades con respecto al equipo que perdió en Belfast ante Irlanda del Norte el pasado 6 de septiembre. Juanito y Capdevila serán nuevos en defensa, lo mismo que Angulo y Cesc en el centro del campo. Iniesta y Xavi Hernández pujan por un puesto.

La selección de Suecia también afronta el partido en medio de una marejada, aunque como líder del grupo F con seis puntos.

La renuncia a jugar de su principal figura, el delantero del Inter de Milán Zlatan Ibrahimovic, es observada en el país escandinavo con preocupación.

Los suecos agradecen a Luis Aragonés que no haya convocado a Raúl. Su ausencia ha marcado los días previos al encuentro. Los escandinavos saben que España les cederá la iniciativa, quieren aprovechar su mayor fortaleza física.