«Viñales está un paso por delante de todos». Lo dice Marc Márquez, último campeón de MotoGP. El joven piloto de Yamaha marcó ayer el mejor crono en la segunda sesión de trabajo del Gran Premio de Catar, la cita que abre el mundial de motociclismo.

Viñales, con un mejor tiempo de 1:54.316, se convirtió en el más rápido de MotoGP, con algo más de medio segundo de ventaja sobre el italiano Andrea Iannone (Suzuki) y Marc Márquez (Honda), aunque sin mejorar su tiempo del primer día, lo mismo que le sucedió a no pocos pilotos en la segunda jornada de pruebas en Losail, perjudicada por el viento y una granizada que dejó bastante sucio el asfalto.

Destacó la actuación de Iannone, quien a rebufo de Jorge Lorenzo y su Ducati colocó su nueva Suzuki en la segunda plaza, como también la cuarta posición del francés Johann Zarco o la octava del alemán Jonas Folger, ambos sobre sendas Yamaha de la escudería francesa Tech 3.

Otros, como Valentino Rossi (Yamaha), no acertaron con el camino para conseguir una buena puesta a punto de su nueva moto del 2017, lo que forzó al italiano a conformarse con la décima plaza, a más tres décimas de su mejor tiempo, pero en cualquier caso clasificado directamente para la segunda sesión oficial.

En la última parte de los entrenamientos, cuando todos los pilotos se aplican a fondo para lograr sus mejores cronómetros, el británico Cal Crutchlow (Honda), que estaba fuera de la segunda clasificación directa, marcó un tiempo de 1:55.334 que le metió de lleno en la misma mientras sacaba a todo un Jorge Lorenzo.

Crutchlow acabó por los suelos poco después y se tuvo que conformar con un noveno lugar que ninguno de sus rivales le pudo arrebatar en los minutos finales, pero al menos no se produjo daños físicos de ningún tipo. Lorenzo intentó mejorar su situación, pero le fue imposible.