Maxi, central del Cacereño, se recupera ya en su domicilio de Plasencia de la operación a la que fue sometido el pasado martes para solucionar sus problemas en la rodilla. El equipo del doctor Guillén fue el encargado de practicarle la artroscopia en una clínica madrileña. Su paso por el quirófano no tuvo problemas y al día siguiente --ayer-- ya pudo desplazarse a su Plasencia natal para guardar reposo durante unos días. El jugador, que sabe que estar en el dique seco se hace duro, está bien de moral: "todo ha ido bien y ahora tendré que esperar para volver a los terrenos de juego, pero el domingo estaré en el Príncipe Felipe para animar a mis compañeros".

El central verde relataba cómo se produjo la lesión, en el partido ante el Cartagonova y que él acabó antes de tiempo por expulsión: "fue a los veinte minutos, empecé a sentir una molestia en la rodilla pero no me pareció importante. A medida que fue avanzando el partido las molestias no remitían y en la expulsión tuve que parar al rival de aquella manera, porque si no al girar me hubiera quedado allí".

En principio se pensaba que podría tratarse de una tendinitis, pero al final se detectó la rotura del cuerno del menisco externo y ahora el futbolista verde tendrá que estar de baja al menos siete semanas, ya que antes del parón navideño sería impensable su vuelta y para que todo se desarrolle con normalidad se esperará casi al comienzo de la segunda vuelta.

Ahora tendrá que estar unos días en reposo, pero ya tiene las muletas a punto para comenzar la rehabilitación y los habituales ejercicios isométricos para estos casos.

En el próximo partido Maxi tendrá un nuevo sustituto, ya que Jurado fue expulsado el pasado domingo en Ecija y Pelegrí se perfila como titular.