Hay optimismo, no podía ser de otra forma. La plantilla del Cacereño se sabe capacitada para superar la eliminatoria contra el Linares (0-0 en la ida) y mantener la categoría. La unión es máxima para conseguir el objetivo y ayer volvieron a escenificarlo en una de esas comidas de confraternización que se hacen casi semanalmente. La de ayer fue especial, porque quizás es la última de la temporada y porque se lanzaron muchos mensajes de ánimo para superar el reto que tienen ante sí. "Hay que liberar tensiones", dice Carlos Valverde. Sabe de qué habla. Hacia él se han vuelto casi todas las miradas. Su velocidad, y la de Pablo Gállego, serán importantes en Linarejos, donde el conjunto verde espera de gozar de más espacios de los que tuvo el pasado domingo en su campo.

Esa puede ser la clave, el espacio para correr. Lo dijo Angel Marcos nada más terminar el partido del Príncipe Felipe. El técnico espera otra propuesta diferente del equipo andaluz y el preparador jienense no lo negó. En su campo quiere el balón, porque ese es su estilo.

"Nos va a costar mucho, seguro, pero lo podemos conseguir", reitera Valverde. "Tenemos que marcar y estamos capacitados para hacerlo". El máximo realizador verde --10 goles-- incide en que el Linares tendrá que hacer algo distinto a lo del pasado domingo. "Tienen que proponer más, ir más al ataque". Y espera que eso les permita gozar de buenas situaciones de contragolpe. "Ojalá sepamos aprovecharlas".

No difiere la opinión de Gállego, que también será importante por su velocidad y por el gran momento de forma que atraviesa. Sus goles en la recta final han sido determinantes para que el Cacereño esté donde está. "Estoy bien ahora y eso me permite ayudar al equipo, que es lo que quiero". También espera el oscense que haya más espacios. "Aquí jugaron muy retrasados, pero allí no podrán hacer lo mismo".

AFICION Coinciden también Valverde y Gállego en la fuerza que estos días les están transmitiendo los aficionados. Es un "plus de responsabilidad", apunta el pequeño centrocampista, "porque la felicidad de mucha gente depende de lo que hagamos el domingo". Recuerda a los que apoyaron al Cacereño en Estella y espera que en Linarejos sean muchos más. "El club ha hecho un esfuerzo, vamos a ver cuántos van", añade Valverde.

No les intimida el posible ambiente en su contra que se espera en Linarejos. La previsión del club jienense es llegar a los 7.000 u 8.000 espectadores. "Ciertos que es un punto para ellos, pero incluso puede volverse en su contra". Valverde piensa en los posibles pitos para los jugadores andaluces si ellos consiguen ponerse por delante. "La presión puede jugar en su contra". El ha jugado dos veces en ese campo, con el Betis B y el Ecija, aunque nunca contra el Linares actual, refundado en el 2009. "Creo que el ambiente no era entonces el mismo que dicen que hay ahora". Independientemente del ambiente, tanto él como sus compañeros, dice, están capacitados para sacar adelante el objetivo y mantener al Cacereño en Segunda División B.