Los pilotos de F-1 agrupados en la GPDA (Grand Prix Driver Association) eligieron a Pedro Martínez de la Rosa como presidente a comienzos de temporada. Escogieron a un piloto experimentado, con buenas relaciones y que "tenía más tiempo porque soy probador", según el barcelonés. Pero le entregaron una patata caliente. La GPDA, que nació en 1961 para defender las medidas de seguridad, atraviesa una época tumultuosa en la que los egos de las nuevas estrellas menoscaba la capacidad para mejorar la seguridad.

Las reuniones de la GPD siempre han tenido fama de ser escenario de discusiones, el único lugar donde los pilotos se dicen cosas cara a cara. Y en los tiempos que corren, la vanidad de algunos es más fuerte que el aprecio por su vida. Ni Kimi Raikkonen, ni Lewis Hamilton, ni Adrian Sutil han querido formar parte de la asociación. Este año también se ha desligado Felipe Massa porque "no estoy de acuerdo en cómo se lleva la asociación". El presidente es De la Rosa, y los dos directores, Alonso y Webber. Lo peor es que, como excusa para no pertenecer a la asociación, Raikkonen y Hamilton han dicho que es "demasiado caro": cuesta 2.000 euros al año.

ACCIDENTE DE KOVALAINEN En la reunión de este fin de semana trataron el accidente de Heikki Kovalainen en Montmeló y como su coche se quedó bajo los neumáticos de protección, hoy por hoy el sistema más utilizado en todos los circuitos del mundo. "Estoy seguro de que encontraremos una mejor solución que la barrera de neumáticos entre todos los pilotos y para este tipo de accidentes como los de Kovalainen", dijo Alonso, que no entiende porqué faltan cuatro pilotos en la asociación. "Es difícil de entender que, como piloto, no quieras involucrarte en un grupo que vela por salvarte la vida. No tiene sentido" .