Cacereño - 0: René; Oscar Prats, Tomás (min. 17, Dani Gómez), Rives, Oscar Prats: Chapi (min. 55, Onega), Lolo, Juanín (min. 65, Abel Segovia), Rocha; Luismi y Mauri.

Vecindario - 0: Santi Hidalgo; Roberto, Fran, Dorta, Dani; Alex, Oscar, Rubén (min. 86, Néstor), Núñez (min. 80, Aridany), Jeray (min. 74, Ruman); Jony.

Arbitro: Pino Blanco (Comité Andaluz). Regular, muy mal auxiliado en las bandas por sus asistentes. Mostró tarjetas amarillas a los locales Rocha y Rives y a los visitantes Oscar, Roberto, Rubén y Jony.

Incidencias: Partido de la cuarta jornada del grupo I de Segunda División B disputado en el estadio Príncipe Felipe ante la presencia aproximada de 1.500 espectadores. En el palco, el entrenador del Cáceres 2016, Gustavo Aranzana, y su segundo, Mario Segalás.

Síntomas de mejoría, pero insuficientes. En el fútbol sigue mandando una máxima llamada resultado y el 0-0 del Cacereño-Vecindario de ayer invita, de nuevo, a emitir un balance negativo. El dato acumulado sigue siendo descorazonador: ni un solo gol a favor en cuatro jornadas, y la consecuencia, aterradora: un punto y en el fondo de la tabla.

El grupo de Manolo Sánchez evidenció una evolución positiva, plasmada en el segundo tiempo, en el que se hizo acreedor al triunfo ante un oponente menor. Sin embargo, en el primero, apareció como un equipo plomizo y plano, sin recursos y quizá sin intensidad, como ocurriera hace un par de semanas ante el Guadalajara. Aquello no iba a bien.

Renovó el técnico el once y dio entrada a hombres como Rives, sacrificando a Mario Carrizosa, el veterano central con mucho peso en el vestuario, ya que ha sido elegido capitán en su primer año en Cáceres. Pero la jugada salió mal: a los 17 minutos, el otro central, Tomás, se lesionó (puede que de gravedad) y Manolo se vio obligado a sacar al lateral Dani Gómez, suplente ayer y que después sería de los mejores.

CESPED DE PENA Esta circunstancia no varió, en cualquier caso, el rumbo del encuentro, ya por entonces un tostón considerable. Ni unos ni otros crearon fútbol en el césped del Príncipe Felipe, una rémora para el Cacereño por su lamentable estado.

Solamente el Vecindario tuvo alguna opción de marcar, pero René atajó el tiro de Jony en buena posición. Muy poco más. Los canarios, fieles a su estilo, exhibieron su fútbol técnico, pero escasamente vertical. Juanín, por los verdes, fue el único que amagó --tímidamente-- con un cabezazo. Habían transcurrido por entonces 39 minutos.

El segundo acto fue otra cosa, eso sí, sin alharacas. Pero el Cacereño le puso más alma, apeló a la garra y al fútbol combinativo de sus futbolistas más talentosos (Luismi y Rocha, sobre todo) y cercó el área de Santi Hidalgo.

Luismi tuvo a los 56 minutos el gol muy cerca, pero su arrancada se frustró en un tiro de izquierda desviado. Lolo, el sostén y espíritu verde una vez más, cabeceó increíblemente fuera un córner (min. 65), lo que dio un poco más de mordiente al equipo, que contagió a la grada, muy agradecida al coraje.

Fue un momento de arrebato, que tuvo continuación en los minutos siguientes, hasta el final. Entonces el protagonismo fue para Mauri, un tipo que pelea lo indecible en busca de la pelota y del gol, al que hay que premiar su siempre excelente actitud y moderar sus excesos de corporativismo porque ello le puede restar remate. El ´9´ del Cacereño amenazó seriamente a Santi Hidalgo en el minuto 74 y en el 78, pero el portero canario respondió con un paradón antológico. Fue la última oportunidad local, ya que el resto fue un constante asedio sin tino en el penúltimo toque, el realmente importante.

Aún el Vecindiario tuvo una última opción de llevarse los tres puntos en los pies de Ruman, con el Cacereño volcado. Al final, en el horizonte de una semana tremendamente definitoria sobre el futuro, se divisa al Montañeros el miércoles y el domingo el derbi ante el Badajoz. Al menos, se atisba mejoría, pero esta tímida evolución no es suficiente.