Herminio Menéndez (Candás, Asturias, 20 de diciembre de 1953) es el fichaje más conocido de los que ha realizado el Cacereño en la temporada 2014-15. Casi ninguno de los numerosos futbolistas que ha incorporado este verano el club verde ha sido presentado oficialmente. Y mucho menos con la presencia del dueño, Antonio Martínez Doblas. Ayer ocurrió todo lo contrario. El nuevo director general de la entidad, triple medallista olímpico en piragüismo y con una larga experiencia en la gestión del deporte, sí que habló ante los medios sobre sus proyectos, sus ilusiones. Y casi todas pasan por una cuestión: que el aficionado regrese al cada vez más desértico Príncipe Felipe.

Menéndez tiene mucha mili . Habló con tranquilidad y claridad, visiblemente relajado, como si la de Cáceres fuese su batalla número un millón. Desde el principio coincidió con Martínez Doblas en que aceptó la oferta por la amistad que existe entre ambos desde hace muchos años.

"He tenido muchos retos en mi vida, pero este es uno de los más especiales", reiteró, reconociendo abiertamente que "hay mucho que hacer", sobre todo el aspecto social. Si bien elogió que el Cacereño "sea un club serio y saneado", lamentó que no haya "vinculación con la ciudad".

¿Por qué? No supo atisbar una respuesta, pero avanzó algunas soluciones muy genéricas y difíciles de aplicar cuando la temporada ya ha comenzado. "Hay que trabajar con los niños, mimar a los socios, recuperar a los que se han ido, traer a algunos nuevos", apuntó. No le importó realizar una comparación dolorosa: "No entiendo cómo el Mérida en Tercera División puede tener 2.800 abonados y aquí hayamos llegado apenas a 500. Algo estamos haciendo mal".

EL ESTADIO Y EL EQUIPO "Hay que involucrar a las fuerzas vivas de la ciudad", añadió, considerando el CPC "un caso extraño porque el ratio entre socios y habitantes de la ciudad es muy bajo".

No perdió tampoco Menéndez la oportunidad de realizar una soflama pública: "Este es el club de la ciudad, un histórico, una referencia. Debemos ir todos en la misma dirección".

Aunque manifestó que quiere "ir de la mano con las instituciones", aseguró que se sentaría con sus respresentantes para analizar "cómo los otros clubs tienen estadio municipal y el nuestro es privado, lo que conlleva un gasto fijo que merma lo que podamos invertir a nivel deportivo".

El primer paso parece mejorar los resultados del equipo, primer anzuelo para acudir al campo. Y tres derrotas consecutivas y el mercado cerrado --aunque con la posibilidad de incorporar a un futbolista por la lesión de Juan Carlos Mejías-- no son el escenario ideal. "Si los resultados acompañan, todo es más fácil", admitió, dejando la responsabilidad en cuanto a la plantilla en Aitor Bidaurrázaga, el entrenador, y Angel Marcos, el nuevo consejero delegado y también presente en el acto.

Precisamente, en cuanto a las funciones de cada uno, Menéndez dijo que él sería "el responsable final de todo", pero que "habrá gente profesional alrededor". Eso sí, asumió que se trata de una entidad pequeña, muy diferente a otras como Sevilla o Sporting de Gijón, en las que también ha trabajado. "Todos tendremos que hacer de todo", zanjó.

Terminó la presentación y Menéndez se puso manos a la obra. Es unas de esas personas a las que no deja de sonarle el teléfono. "Todas mis relaciones estarán al servicio del Cacereño", concluyó.