Tiene el Cáceres un complicado reto esta noche en Menorca (21.00 horas). El cuadro balear es, tras el Plasencia, el conjunto sorpresa de la competición, está situado en segundo lugar y mantiene a raya , como los extremeños, al cuarteto de favoritos de la LEB: Bilbao, Granada, Zaragoza y León, actualmente a su estela en la vanguardia de la tabla.

El equipo verdinegro, sumido en una crisis de resultados evidente tras un mes de febrero en el que todo parecía salir bien, tiene la priroridad actual de acumular el número de triunfos necesarios como para no pasar apuros finales. Y es que un ligero vistazo a la clasificación no invita ahora a la relajación: el Cáceres (puesto número 11, 13 victorias, 16 derrotas) sólo supera en una a sus perseguidores, Ourense, Tarragona, Melilla e Inca, en dos al Algeciras y en tres al colista, Aracena. Además, el Ciudad de Huelva cuenta con el mismo número de triunfos y tiene aún un partido pendiente.

Tras los últimos reveses, es evidente que el objetivo inmediato es asegurar la salvación en un año extrañamente atípico, de sensaciones agridulces y de una irregularidad plena.

SUEÑO LEJANO Sin embargo, el grupo de Ñete Bohigas aún podría entrar incluso en la puja de los play off de ascenso de invertir la racha, pero todo ello tendría que empezar por dar la sorpresa esta noche en la isla de Menorca, donde aún no terminan de creerse que un club que estaba virtualmente fuera de la LEB en verano --como el Cáceres y el Melilla-- esté realizando una temporada tan óptima.

El Menorca, al que avalan sus 19 triunfos, tiene un plantel de jugadores de relativo cartel, pero que está dando un resultado sensacional. Liderados por el pequeño gran base Salva Camps, donde se fomenta su juego ofensivo incuestinable --con 2394 puntos, son máximos anotadores de la LEB--, buena parte de su éxito la pueden cimentar en su poderosa pareja de estadounidenses, John Floyd-Chris Moss.

En el Cáceres, la respuesta irá en función del eterno cansancio físico-psíquico de un año especialmente complejo.