Mérida - 1: Sergio, Debris, Chus Bravo, Jesule, José Mari, Xavi Moro, Víctor Bravo, Jandro (Gaspar, min.75), Ismael, Enzo Noir (Machicado, min.84) y Sabino.

Alcorcón - 1: Reguero, Tito, Barral, Alberdi, Rubén Sanz, Susaeta, Nacho Calvillo (Víctor Pérez. Min.61), David Sanz (Cristian, min.87), Mauri (Nevado, min.52), Hugo y Gómez.

Goles: 1-0 Sabino, de penalti, min.38; 1-1 Nacho Calvillo, min.50.

Arbitro: Mariscal Sánchez. Bien. Amonestó a los locales Xavi Moro, Jandro, Sabino, Chus Bravo y José Mari, y a los visitantes Susaeta y David Sanz. Expulsó con doble amarilla a Hugo en el minuto 37.

Incidencias: Estadio Municipal Romano. 1000 espectadores. Se guardó un minuto de silencio por José Mata, padre del exjugador del Mérida Javi Mata, y por el socio Vicente Olivera.

Desgraciadamente las cuestiones extradeportivas han terminado por afectar a las deportivas y el Mérida demostró en la segunda parte cuál es su estado de ánimo, tal y como reconoció el propio entrenador, Goran Milojevic, tras el encuentro. Al final, 1-1 frente a un Alcorcón que jugó durante más de la mitad del partido con un hombre menos, pese a lo cual dominó. La paradoja se hizo evidente y es que jugadores que tienen tantos problemas para tranquilizar su presente en lo económico es difícil que estén del todo centrados en el fútbol.

El partido empezó muy bien, con los emeritenses teniendo el dominio de la pelota sin pasar apuros atrás. Cierto es que no hubo ocasiones claras de gol, pero sí disparos y acercamientos con cierto peligro.

El Alcorcón por su parte aceptaba con buen agrado el guión establecido, buscando el peligro al contraataque y sobre todo a balón parado. De esta forma los madrileños tuvieron dos remates de cabeza peligrosos en sendos saques de esquina.

El juego del Mérida alternaba posesiones largas a través de pases cortos como alguna jugada directa buscando la espalda de la defensa. De esta segunda manera legaría la jugada del penalti.

MOMENTO CLAVE Xavi Moro desde el centro del campo observa el desmarque de Jandro y éste es derribado por Hugo quien vio la segunda amarilla y el túnel de vestuarios. Sabino sería el encargado de transformar la pena máxima. Corría el minuto 38 y todo se le ponía de cara al cuadro romano.

Antes de que se cumpliera el primer minuto de la reanudación, el Alcorcón a través de Nacho Calvillo avisaba de que no iba a entregar el partido tan fácilmente. Cinco minutos después, sería el propio Calvillo el que empalmara completamente solo en el segundo palo un centro medido de Susaeta, quien antes ya había desarbolado a la defensa emeritense por la derecha.

El bajón físico de los emeritenses y la buena disposición de los madrileños provocó que no solamente no se notara la desventaja numérica, sino que los visitantes presionaban arriba la salida de balón del Mérida y mantenían la defensa bastante adelantada con mucha inteligencia.

A pesar del mejor juego del Alcorcón, las ocasiones de gol se repartieron, primero la tuvo David Sanz en el minuto 64 mandando fuera un mano a mano con Sergio, y tres minutos después sería el emeritense Enzo Noir el que mandara al larguero un zapatazo desde fuera del área. Pero resultaría un espejismo.

Este empate es un frenazo en la lucha por la cuarta plaza y lo peor es que la imagen dada en la segunda parte provocó pitidos y gritos de "fuera, fuera" en parte de la afición romana al final del encuentro. El futuro vuelve a ensombrecerse.