El Mérida estrenó ante el Conquense su casillero de victorias en el Romano en su quinto intento. Para conseguirlo, el club romano se vio obligado a desterrar a su particular gafe.

Fernando Delgado, compañero de EL PERIODICO EXTREMADURA y Emérita TV, advirtió al presidente, José Fouto Galván, que el escudo en mármol del finado CP Mérida SAD que corona el palco de autoridades parecía una lápida funeraria por las múltiples jardineras repletas de flores artificiales que lo engalanaban.

Fouto, tan supersticioso como su padre, ordenó retirar todas las jardineras, minutos antes del inicio del choque, ante el estupor de numerosos aficionados. Casualidad o no, un par de horas después, por fin, el Mérida ganó en casa.

En las vísperas del día de Difuntos, Delgado también recordó que cuando se reformó el estadio, con motivo del primer ascenso a Primera, aparecieron 30 tumbas romanas bajo el césped. Demasiadas coincidencias como para no pensar mal.

La sartén de Fabri

Y es que en el mundo del fútbol las supersticiones están a la orden del día. Así, el expresidente del CP Mérida SAD, José Fouto Carvajal, viendo la buena racha del equipo fuera, no lo acompañará en sus desplazamientos mientras mantenga su inmaculada trayectoria a domicilio.

Pero el colmo de la superstición en Mérida lo ostenta el gallego Fabri González, ahora en el Burgos, con el conjuro de la sartén y las hierbas.