ADT TARRAGONA: David Viñas (16), Burch (7), Frank (25), Elvis Sánchez (9), Adrián Núñez (19) --cinco inicial-- Navas (2), McMillen (5), Josep Joan Miguel (2), Marcé (14), San Martín (0), Rubén Martínez (4).

MERIDA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD: Douglas Nunes (16), Francis Perujo (7), Justo (10), Philip Holm (5), Juan Andrés García (0) --cinco inicial-- Matías Nocedal (24), Adolfo Sada (22), Fran Pérez (0), Morris (5), David Ortega (12).

MARCADOR POR CUARTOS: 29-26, 51-48, 76-77 y 103-101.

ARBITROS: Jorge Escobar y Roberto González.

El Mérida Patrimonio de la Humanidad dejó escapar la primera oportunidad para certificar su permanencia en la Liga LEB Bronce, al perder ante el ADT Tarragona un partido trepidante.

El marcador final, 103-101, el resultado más abultado visto esta temporada en el Pabellón de Riu Clar, da testigo de un duelo con altos porcentajes de tiro.

Un detalle desequilibrante que perjudicó al equipo de Jesús Gutiérrez fue el rebote. El pívot americano local Frank Phifer fue amo y señor de la pintura con 25 puntos y 24 rebotes (14 en ataque) ganó la partida a Douglas Nunes y Eduard Morris (juntos sumaron 23 puntos y 8 rebotes).

SIN SUERTE La mala fortuna en los últimos lanzamientos por parte del Mérida impidió darle la vuelta a un marcador que en el último minuto se había puesto cuesta arriba (101-95). Pero sendos triples de Adolfo Sada y Matías Nocedal constriñeron el electrónico hasta el 102-101. Nocedal tuvo la canasta de la victoria, pero el aro escupió su último triple en posición forzada.

El primer periodo y el tercero, con parciales de 29-26 y 25-29, fueron una ida y venida de canastas en ambas pistas. Las defensas lograron imponerse a los ataques en el segundo cuarto (parcial empatado a 22). Las ventajas era mínimas, aunque en dos ocasiones el Tarragona se marchó de siete puntos, 29-22 y 55-48. Por su parte, el Mérida a penas logró una máxima renta de tres puntos en varios lances del encuentro, pero un parcial de 10-0 le sirvió para devolverle al partido al inicio del tercer cuarto (55-58).

Con el marcador apretado, el equipo extremeño no supo aprovecharse de dos técnicas del ADT. Por el contrario, la desesperación local por una derrota que los condenaba al descenso fue suficientes para salvar el match-ball . Mientras tanto, la derrota enciende la luz roja de alarma en el Mérida.