Los problemas físicos de sus dos guardametas, Moisés y Manu, traen de cabeza al Mérida. La lesión de Moisés no es tan grave como se temía en un principio. Los médicos mantienen el diagnóstico de lumbalgia aguda. Tras dos semanas de reposo, el portero ya superó la fase aguda y, aunque lo ideal es que estuviera otros 10 o 15 días más de reposo, mañana tiene previsto volver a los entrenamientos siguiendo un tratamiento especial y con las lógicas precauciones para evitar males mayores.

El caso de Manu parece que será peor de lo esperado. Tras realizarse radiografías y una resonancia magnética, a primera hora de la tarde de ayer visitó a los doctores Bureo y Cortés, que le dijeron que puede tener una pequeña rotura fibrilar con lo que su concurso el domingo en Ecija estaría descartado.