MERIDA PATRIMONIO DE LA HUMANIDAD - 74: Jhonatan Luz (13), Devin Wright (12), Fabio Lima (6), Thyago Aleo (10), Douglas Nunes (15) -cinco inicial- Sergio Riera (3), Daniel Gama (9), Marcel Sol (2), Mario García (4), Karol Paczkowsky (0).

BALNEARIO DE ARCHENA - 77: Gonzalo Avila (12), José Luis Llorente (16), Javier Múgica (16), Rubén Burgos (0), Jr Bradford Harry (2)-cinco inicial- Ander García (6), César Morales (9), Juan José Coello (0), Iván Aparicio (16).

ÁRBITROS: Rodríguez, A. y González, A. Eliminado: Nunes y Burgos.

El Mérida Patrimonio de la Humanidad volvió a demostrar en la noche de ayer que es capaz de lo mejor y de lo peor. es capaz de pasar a tener la máxima diferencia a favor a pegarse más de cinco minutos con solo dos tiros libres anotados, y al final con esta irregularidad, un equipo algo serio en los momentos claves como fue Archena (sin hacer un gran juego), gana el partido y hunde al equipo extremeño un poco más.

En el primer cuarto, el Mérida falló hasta ocho tiros libres que le podían haber dado una mayor ventaja que con la que se acabó (22-21).

En el segundo cuarto se ponen por delante los murcianos, pero un parcial de 8-0 para el Mérida le da la vuelta al marcador, llegándose así al descanso con el resultado de 44-40. Las mejores bazas ofensivas romanas eran sus pivots, Nunes (12 puntos) y Wright (15 puntos).

En el tercer cuarto, el conjunto local llegó a distanciarse hasta los nueve puntos. Incluso el base emeritense Aleo falló un triple en el último segundo que hubiera dado más ventajas a los suyos.

Lo cierto es que las sensaciones para encarar el último cuarto eran buenas y el marcador a favor (60-53), pero la ausencia de Nunes con cuatro falta se hizo notar en el Mérida, que en los primeros cinco minutos sólo anotó dos tiros libres, mientras que Archena, con un parcial 0-9, le dio la vuelta al marcador (60-62).

El Mérida volvió a rehacerse, consiguió remontar pero le faltó templanza para mantener la ventaja, se notó la ausencia de Pau del Tío en los minutos finales, mientras que Llorente supo dirigir a los suyos en los momentos en los que se ganan los partidos.