Todo indica que esta tarde (17.30 horas) se puede vivir una auténtica fiesta en el Romano, ya que se prevé un mejor ambiente del habitual por las medidas que ha tomado la directiva de regalar una entrada a cada socio y cada persona que compre una entrada yendo disfrazado. Además el rival, en principio, es asequible, un Talavera segundo por la cola, con cuerpo técnico nuevo y con siete fichajes y otras tantas bajas en el mercado de invierno.

SIN CONFIANZAS Pero precisamente del rival es de lo que no se fía la parroquia emeritense, pues está demasiado cerca el recuerdo de la visita del Algeciras, colista con graves problemas deportivos y extradeportivos, y con el que no se pudo pasar del empate a cero. Por eso el entrenador del Mérida, Fabri González, espera que "no nos sorprenda", también el capitán emeritense, Juli Ferrer, talaverano de nacimiento e ídolo local tiene claro que "los partidos trampas son de lunes a sábado porque luego cualquiera te puede ganar, nosotros mismos, estando en mitad de la tabla le metimos cuatro a los líderes".

También coinciden ambos en que "va a ser un partido muy distinto al de la primera vuelta" porque este Talavera juega más abierto que el de entonces, lo cual podría beneficiar al juego romano aunque "lo importante es que nosotros no perdamos nuestra identidad", reconoce Fabri, quien ha asegurado que Cuevas y Chupri, las dos únicas emeritenses "están para competir", la vuelta del lateral derecho creará "un bendito problema para mí" reconoce Fabri, ya que tiene que elegir entre el propio Chupri, Regino y Lupidio para los laterales.