El Mérida recibe esta tarde (17.00 horas) al Marbella. Los hombres de Félix Arnáiz Lucas, tras una primera vuelta espléndida, necesitan reencontrarse con la victoria para despejar dudas en un amplio sector del entorno.

Como consecuencia de la bronca a la conclusión del último choque en el Romano ante el Ceuta, que situó al técnico burgalés en el centro de la diana de la ira de numerosos aficionados, uno de los pesos pesados del vestuario, Luis Miguel Olivar, se vio obligado a pedir el viernes en EL PERIODICO EXTREMADURA unidad al entorno del club romano buscando, sobre todo, arropar al entrenador, que cuenta con la máxima confianza de su plantilla y de su presidente, José Fouto Galván, que también le expresó públicamente su respaldo en estas páginas el pasado día 8.

CARLOS RUBEN, BAJA Así las cosas, el Mérida intentará ganar al Marbella para poner freno a su negativa racha de cinco jornadas sin vencer y de paso no perder de vista la cuarta plaza.

Lucas tiene las bajas, por sanción, de Pepe Martínez y, por lesión, de Manu y, como se intuía, también de Carlos Rubén. El burgalés y su ayudante Jaime Molina, que no podrán dirigir a su equipo desde el banquillo por sanción, convocaron a los 18 disponibles. Entre ellos, Benjamín y Dopico, que vuelven a la lista tras dos meses en el dique seco. El secretario técnico, Moisés Rodríguez Carrión, será quien se siente en el banquillo.

Félix Arnáiz no dio excesivas pistas en el partidillo del jueves. Sin embargo, a tenor de algunos detalles de dicho ensayo, la impresión es que su once presentará cuatro novedades respecto al que salió derrotado de Cartagena: Jorge Rodríguez, Benjamín, Juan Ríos y Juan Jesús.

También puede ser la primera vez que los cuatro fichajes de enero coincidan en el once: Juanma, Canterla, Jorge y Lezaun.

El Marbella recupera a Apoño, tras cumplir un partido de sanción. La duda del técnico marbellí, Paco Flores, puede estar entre Apoño o Cristian Leroy, autor del gol costasoleño en el choque de ida en el que el Mérida ganó 1-2. El segundo tanto romano fue de David Hernández y el primero, de penalti, de Benítez, que hacía el número 1.000 del Mérida como Unión Deportiva.