Acabó la pretemporada y comienza la primera semana de competición, siendo además, un poco más corta de lo normal, pues el Mérida debuta el sábado (20.00 horas) en Marbella. Aunque los aficionados emeritenses no han podido ver ganar a su equipo en los tres partidos de preparación que ha jugado el equipo en el Romano (empate frente al Betis B y derrotas ante Sevilla Atlético y Córdoba, ambos de Segunda), lo cierto es que las sensaciones que quedan estas semanas es que llega al arranque liguero con un buen tono físico y con los conceptos que quiere inculcar Medhi Nafti bastante interiorizados. El propio técnico romano reconocía al final del encuentro del domingo frente al Córdoba (0-1) que había sacado «muchas conclusiones positivas».

También las lesiones han respetado a la plantilla romana. Quizás la más importante fue la contractura que se produjo Jokin Esparza en el partido frente al Betis Deportivo, pero el domingo volvió a jugar sin ningún tipo de problema. También Felipe Ramos tuvo una indisposición que le hizo perderse la cita de Don Benito, pero sin mayores consecuencias.

Aunque depende de la evolución de esta semana de entrenamientos, parece que el primer once oficial que pondrá en liza Nafti se va a parecer mucho al que se pudo ver el domingo frente al Córdoba, pero más allá de los nombres que conformen esa primera alineación, lo que parece claro es que el técnico emeritense va intentar jugar siempre con un centrocampista por delante de los centrales, con dos interiores, dos hombres en banda y un único punta.

Sistema flexible

A pesar de que esta pueda ser la idea inicial, la versatilidad de la plantilla puede provocar cambios en el dibujo, tal y como ocurrió en la segunda mitad del último partido, que se pasó de jugar con un único punta, Esnáider, a la dupla formada por Hugo Díaz y Javi Gómez, lo que también modificó la formación en el centro del campo.

El partido del domingo también sirvió para conocer el carácter del nuevo entrenador del Mérida y el nivel de exigencia que tiene con sus pupilos. Nafti vio la falta de actitud de Mustafá cuando estaba preparado para salir en la segunda parte, y no dudó el técnico en mandarlo al vestuario sin jugar.

Además, el preparador no tuvo reparo alguno en declarar al final del encuentro que «aquí estará el que quiera estar y el que no quiera estar, no estará», reconociendo que todavía no había hablado con el futbolista en caliente, pero que lo hará y lo que le diga «no saldrá del vestuario».

El único asunto que trastornó la paz en la pretemporada romana fue la salida de Toni Sánchez, más por las formas que por el fondo, porque es habitual que un equipo no cuente con algún jugador que acaba de fichar unas semanas antes, el problema fue la polvareda que se montó a raíz de un comunicado del futbolista en el que atacaba duramente al director deportivo del club, Bernardo Plaza.

Deportivamente, el lateral izquierdo, el puesto que ocupaba Toni Sánchez, está muy bien cubierto por Kike Pina, a tenor de los visto el pasado domingo. Además el club tiene una ficha sub-23 libre que podría servir para reforzar aún más esa posición, pues no hay otro futbolista específico en la plantilla para ese puesto.