Mérida: Vílchez, Muiño (Moreno, m.70), Juan Jesús, Juan Carlos, Carreño (Federico, m.92), Carlos Rubén (Diego, m.85), Segovia, Cuevas, Pablo Niño, Alberto, Canterla.

Málaga B: Nauzet, Luija, Roberto Carlos (Javi Fernández, m.78), Desserne, Juanma, Camacho, Tiago (Ador, m.68), Gascón (Pino, m.55), Senel, Quique, Popo.

Gol: 1-0, m.64: Carlos Rubén.

Arbitro: Rodríguez Cayetano (Castellano manchego). Amonestó a los locales Vilches y Alberto y a los visitantes Desserne, Camacho, Gascón y Senel. Expulsó al local Cuevas con doble amarilla (m.76).

Incidencias: 1.500 espectadores en las gradas del Estadio Romano.

Jaime Molina, entrenador del Mérida, hablaba en la previa a este encuentro de un "partido trampa" argumentando que él sabía que a pesar de no haber puntuado todavía el filial malaguista iba a plantar cara.

Lo cierto es que fue un partido de infarto no apto para cardíacos en unos últimos catorce minutos a los que no se debería haber llegado así. El Mérida tuvo opciones suficientes para matar el partido, sobre todo con un penalti (segundo que se falla en cinco partidos), y principalmente no puede tomar como costumbre acabar con uno menos, porque el rival, aunque no fuera nada del otro mundo, se te puede subir a las barbas y complicarte la vida. Por supuesto, lo mejor el resultado y también la propuesta que se hace desde el banquillo a pesar de que viendo el terreno de juego no sea lo más conveniente.

Pronto empezaría el Mérida avisando de sus intenciones y ya a los cuatro minutos en una buena jugada por banda derecha tendría su primer disparo por mediación de Carlos Rubén que mandó el balón alto.

A pesar de las numerosas imprecisiones, el Mérida parecía que tenía más controlado el juego y volvió a avisar dos minutos después en un remate de chilena de Cuevas que salió rebotado por un defensa.

Sin embargo, el Málaga también quiso presentar sus credenciales y lo hizo con una buena jugada que acabaría en gol aunque este sería anulado por posición antirreglamentaria de Senel.

IMPROVISACION Las numerosas bajas defensivas de los emeritenses hizo que Jaime Molina tuviera que colocar a un jugador ofensivo como Pablo Niño en el lateral zurdo y a Carlos Rubén por delante de él, por la derecha. Sin embargo, existía mayor movilidad entre Juan Jesús y Cuevas que no dudaban en intercalarse las posiciones mientras que Carreño se mantenía como único punta. Estos cambios de posición propiciaron robos de balón y ocasiones aunque no fueron aprovechadas, como por ejemplo, la que tuvieron entre Cuevas y Carreño frente a un solo defensor, pero el primero, cuando tenía la mejor opción en el disparo, buscó el pase interceptado finalmente por el defensa Desserne.

Pero la gran ocasión llegaría en el minuto 25, cuando un centro desde la derecha de Carreño fue despejado por el brazo de Gascón, pitando el colegiado la pena máxima. El encargado de lanzarla sería Juan Jesús que mandó el balón al palo derecho de Nauzet. El fallo del penalti dio alas a los filiales malacitanos que empezaron a crear peligro por la derecha a través del juvenil Popo que trajo por la calle de la amargura a Canterla.

SEGUNDA PARTE En la reanudación el Mérida quiso finiquitar pronto el encuentro y a los dos minutos Carreño se marchaba por velocidad de los centrales andaluces, pero en el mano a mano Nauzet mandó el balón a córner.

Mucho trabajo le costaba al Málaga salir de su propio campo, pero tampoco el Mérida creaba ocasiones de peligro. A pesar de la sensación de dominio que daba el Mérida, lo cierto es que el partido tenía toda la pinta de que iba a acabar en empate, pero en una nueva arrancada de Carreño en velocidad volvió a ganar en velocidad a la defensa y cuando tenía al portero caído cedió para que Cuevas marcara a placer. Sin embargo, éste tampoco lo hizo porque rechazó la defensa bajo palos. Carlos Rubén, que acompañaba el contraataque, aprovechó dicho rechace y puso el 1-0 en el marcador.

Parecía que todo estaba finiquitado, que con mantener el resultado valdría, pero lo cierto es que el partido dio un vuelco cuando Cuevas vio dos tarjetas amarillas en nueve minutos con lo que fue expulsado faltando un cuarto de hora.

Husillos, entrenador del Málaga B, sacó toda su artillería ofensiva buscando el empate, mientras que Jaime Molina tuvo que reubicar a Juan Carlos de central por la lesión de Muiño. Es decir, todos los ingredientes del típico final de infarto con un equipo encerrado en su área y otro intentándolo absolutamente todo. Al final el Málaga protestó un posible penalti en el minuto 81 y tuvo su mejor opción en el 85 tras un córner que salvó la defensa bajo palos.

AGRESION A FOTOGRAFO Como nota negativa, el fotógrafo del Periódico Extremadura, Jero Morales, fue zarandeado por un directivo del Mérida. Ocurrió al final del partido, cuando tras un altercado entre un policía y un directivo del Málaga, el fotógrafo de este periódico, haciendo su trabajo, quiso tomar imágenes. En ese momento fue empujado e increpado por un directivo del Mérida para que no siguiera haciendo fotografías.