El Mérida llega al derbi tras una semana muy agitada por la espantada de Mateo Prieto, por lo que Bernardo Plaza volverá a dirigir al conjunto emeritense de forma provisional, aunque, como contrapunto, no tiene tantas bajas como el Cacereño: sólo Johny, con gripe; y Cubillas, con pubalgia.

Por decisión técnica, Plaza descartó a Barrios y a los hermanos Ortega, Paco y Rai, y dejó entrever que el once saldrá del que jugó ante el Pájara, aunque "puede haber uno o dos cambios, pero no me decidiré hasta el último momento".

Tras siete desplazamientos sin puntuar, el Mérida intentará estrenar su casillero de puntos a domicilio y lograr el gol 900 en su historia. Sólo falta conseguir uno, pues suma 899. "Que nadie piense que iremos al 0-0. Estamos ante tres derbis frente a rivales directos y ahora es el mejor momento de sumar para salir de abajo", advirtió ayer Plaza.

De otro lado, el secretario técnico, Moisés Rodríguez, que irá hoy como delegado, señaló que hasta mañana o el martes no se oficializará el nombre del sustituto de Prieto. Rafael Rincón Rus es el mejor situado, "pero aún no es definitivo", aclaró Rodríguez, que añadió que lo que está "muy complicado" es alcanzar un acuerdo con Ricardo Fernández sobre su finiquito.