Todo fue de imprevisto. Insospechado. Como una especie de sorpresa. Nadie, ni siquiera el personal más cercano al club, se intuía esta apocalíptica posibilidad, sobre todo porque hacía dos días que Paco García había confirmado rotundamente que la plataforma continuaría al lado de la UD Mérida haciendo frente a todas las deudas. Pero ayer el fantasma de la desaparición volvió a aparecer claramente por Mérida.

Era aún mediodía cuando se confirmó oficialmente el embargo de la empresa de jardinería Babilonia por una cantidad que ronda los 50.000 euros (más de ocho millones de pesetas).

Paco García, miembro de la plataforma empresarial que sostiene económicamente al Mérida, transmitió a Moisés Rodríguez, secretario técnico del club, que anulase la reunión que a las 21.00 horas estaba prevista con los jugadores a los que se les adeuda dinero para tramitar la forma de pago.

La plataforma empresarial ha decidido cortar el flujo económico que abastecía al club, e informó a todos los trabajadores que no está dispuesta a continuar contribuyendo con dinero.

CON LOS JUGADORES

El temor de la desaparición comenzó a rondar por los órganos internos del club justo cuando los jugadores comenzaron a llegar para encender la mecha de la pretemporada.

Ayer, a las 19.00 horas, estaba previsto el inicio de los entrenamientos de la UD Mérida, el origen de una temporada ilusionante por entre los jugadores, y que finalmente acabó en desesperación, en frustración, pues hacía ya más de un mes que se conocía el embargo de Babilonia, aunque no fuese oficial hasta la mañana de ayer. En estos instantes, el futuro es toda una incógnita.